Rodeado de antiguas haciendas y balnearios de aguas termales, este pueblo colonial es un destino perfecto de fin de semana.

VIERNES: ESQUITES EN LA PLAZA

Para inaugurar el fin de semana, dirígete a la plaza principal, conocida como Plaza Hidalgo.

El típico quiosco y sus árboles geométricamente recortados miran de frente a la parroquia de Santa María de la Asunción, de cantera rosa, con una elegante cúpula.

No tardan en aparecer las mujeres otomíes, vendiendo muñecas de tela y coloridos bordados.

Los portales que rodean la plaza se van iluminando, haciendo resaltar sus tiendas de muebles, artesanías, textiles ¡y hasta objetos miniatura! SÁBADO: DE LA ESTACIÓN A LA CAVA

Levántate temprano y camina por la avenida Juárez en dirección a la presidencia municipal.

Pasarás por el puente antiguo sobre el río San Juan y sus bonitos sabinos. Cuando llegues a la parte más alta de la avenida, verás a lo lejos la antigua estación Bernal, donde aún circula el tren de carga.

De regreso en la plaza puedes tomar en K?puchinos un buen café, después explora el mercado de artesanías que está detrás de la plaza o échale un vistazo al Parque de La Pila, donde antes había manantiales naturales.

Detrás del parque, sobre la calle Morelos Norte, encontrarás la entrada al Callejón del Piojo, un antiguo pasaje escalonado donde hasta hace algunos años era posible ver a las mujeres lavando ropa en lavaderos públicos.

Más tarde, si caminas por el andador Niños Héroes y continúas de frente, llegarás a una pequeña plaza con un monumento poco agraciado donde los queretanos dicen que está el centro geográfico de México.

Allí, en el número 41 de la calle 5 de Mayo, se venden las mejores campechanas. Alrededor del centro encontrarás otras tiendas de quesos; no dejes de probar el cremoso de cabra de Rancho San Josemaría. DOMINGO: ¡A VOLAR!

Otro plan emocionante es volar en globo aerostático; las salidas se hacen cerca del aeródromo alrededor de las 6:00 de la mañana y hay que reservar con anticipación.

Finalmente puedes visitar las vinícolas alrededor de Ezequiel Montes.

La más cercana es Viñedos La Redonda, que produce vinos de mesa, varietales y de guarda; el programa incluye un recorrido guiado por los viñedos y una cata (se requiere previa cita). Un poco más adelante está Freixenet, la legendaria productora de vinos espumosos, que tiene tienda, vinos para cata, y visitas a las profundidades de sus bodegas.