El Programa de los 177 Pueblos Mágicos de Mexico, desarrollado por la Secretaría de Turismo en colaboración con diversas instancias gubernamentales y gobiernos estatales y municipales, contribuye a revalorar a un conjunto de poblaciones del país que siempre han estado en el imaginario colectivo de la nación en su conjunto y que representan alternativas frescas y diferentes para los visitantes nacionales y extranjeros. Más que un rescate, es un reconocimiento a quienes habitan esos hermosos lugares de la geografía mexicana y han sabido guardar para todos, la riqueza cultural e histórica que encierran.

Disfruta con tu semana un fin de semana en Hidalgo

Nota sobre Disfruta con tu semana un fin de semana en Hidalgo

Hidalgo es un estado que se encuentra protegido, en cierto modo, por el Valle de Meztitlán y la Sierra Madre Oriental y ello tiene que ver en el clima templado que lo define, el cual oscila entre los 20 y los 30 grados centígrados.

Tal temperatura nos permite gozar, tanto de un chapuzón en los muchos balnearios con los que cuenta el estado, como también de largas caminatas, recorridos en bicicleta, la práctica del camping, la pesca deportiva, el turismo de aventura y muchas actividades recreativas más en sus hermosas áreas verdes.

Por otra parte, la gastronomía hidalguense es un verdadero lujo: incluye ricos pastes, ricas enchiladas de chile guajillo, cecina, tasajo y queso fresco. También son representativos de esta tradición los gusanos de maguey y los escamoles, exóticos alimentos de raíces prehispánicas.

Para todos aquellos interesados en olvidarse del estrés y de las angustias de la vida cotidiana, un paseo de fin de semana a Hidalgo es lo mejor.

Relajante y grato resulta recorrer sus varias ex haciendas, actualmente acondicionadas como excelentes hoteles, los cuales, además de ofrecernos un reposo magnífico, nos permiten conocer los secretos de la historia hidalguense.

Sobresale también, para fines turísticos, la comunidad de Santa María Regla, la cual nos permite disfrutar de diversión y descanso a partes iguales, en especial por los paisajes de ensueño que nos ofrecen los famosos Prismas Basálticos.