El Programa de los 177 Pueblos Mágicos de Mexico, desarrollado por la Secretaría de Turismo en colaboración con diversas instancias gubernamentales y gobiernos estatales y municipales, contribuye a revalorar a un conjunto de poblaciones del país que siempre han estado en el imaginario colectivo de la nación en su conjunto y que representan alternativas frescas y diferentes para los visitantes nacionales y extranjeros. Más que un rescate, es un reconocimiento a quienes habitan esos hermosos lugares de la geografía mexicana y han sabido guardar para todos, la riqueza cultural e histórica que encierran.

El impresionante sitio arqueológico de Huamango

Nota sobre El impresionante sitio arqueológico de Huamango

Huamango es un asentamiento prehispánico de la cultura otomí, cuyo nombre significa "lugar de madera sin labrar" o bien, "lugar de vigas".

Estuvo habitado del 900 al 1300 d.C., aproximadamente y de acuerdo a su ubicación geográfica, era un punto estratégico entre las comunidades del lugar. Por una parte, su localización en la meseta de San Miguel le ofrecía una gran perspectiva del valle de Acambay; por otro lado, diferentes rutas comerciales transitaban por Huamango, en especial, aquellas procedentes del norte y el occidente del país.

Es necesario mencionar que Huamango era un lugar de regular tamaño y el área actualmente abierta al público corresponde solamente al centro ceremonial y cívico de esta urbanización.

Esta zona también incluye estructuras relacionadas con recintos habitacionales, así como también, con construcciones en donde se efectuaban ritos en honor de las más importantes deidades de los indígenas otomíes.

Es importante señalar que mucho del material arqueológico recuperado en el sitio prehispánico de Huamango, fue trasladado, junto con otros hallados en la región, al Museo Antonio Ruiz Perez, localizado en la cabecera municipal de Acambay.

Qué visitar en el sitio arqueológico de Huamango

De entrada sobresale el Palacio, el cual contaba con dos estructuras revestidas de diminutas lajas, algo típico de la arquitectura del lugar.

En la parte más alta del Palacio se pueden observar vestigios de un recinto en donde se hallaban dos tlecuiles, es decir, dos fogones. También fueron hallados en el Palacio dos sahumerios, lo cual sugiere que en este edificio se efectuaban ritos religiosos.

El Altar, por su parte, tiene dos escalinatas, una orientada al oriente y la otra al poniente.

Tal proyección podría estar relacionada con ceremonias o sacrificios que allí eran realizados. También se conjetura que en los alrededores del altar los antiguos otomíes, desarrollaban actividades educativas o de esparcimiento.

En lo tocante al Área Residencial, esta parte de Huamango comprende una serie de plataformas.

En ellas se levantaban los recintos habitacionales de los señores del lugar. También en esta zona, fueron descubiertos por los investigadores, diversos sahumerios, lo cual refiere a ciertos cultos domésticos que llevaban a cabo los habitantes del lugar.

Templo del Guerrero es la denominación que reciben los vestigios de un  edificio que se sabe era, en efecto, un formidable templo, por su altura y su forma.

Es interesante saber que, en el marco de las exploraciones de Huamango, en este sitio fueron descubiertos restos humanos calcinados, depositados en vasijas. Hoy en día, el Templo del Guerrero, es la base de una cruz y las piedras sustraídas a esta estructura se usaron para la edificación de un templo católico. En las proximidades de esta construcción prehispánica, fue hallada una lápida con la representación de un guerrero.

Finalmente, las Plataformas Habitacionales, son vestigios que nos remiten a un conjunto residencial que se localizaba en Huamango.

Eran varios recintos colocados alrededor de pequeños patios. En tales cuartos, se encuentraron un fogón, una cuchara, raspadores, navajas, ollas, y otros objetos similares, vinculados a la existencia cotidiana de los otomíes que habitaron el lugar.

{{{ Cómo llegar a Huamango}}} Hay que seguir la carretera México-Querétaro y a la altura del km 68 tomar la desviación a Jilotepec.

Desde este punto, hay que seguir por la carretera que conduce a Acambay y pasando este último pueblo, en la meseta de San Miguel, parte del cerro Peña Picuda, aparece Huamango. Información relevante acerca de Huamango

Algo que caracteriza al sitio arqueológico de Huamango y sus alrededores es que se trata de un área llena de leyenda y un mágico ambiente.

Los lugareños cuentan que los apaches (así denominan popularmente a los otomíes de Huamango) que habitaron el yacimiento, tuvieron que abandonarlo y trasladarse a San Miguel. No obstante de vez en vez volvían a las pirámides para bailar frente a ellas, de acuerdo a sus ceremoniales. Otro relato de los habitantes de la región refiere que Huamango primero fue morada de los toltecas de Tula y luego por los otomíes. Un terremoto fue lo que los obligó a dejar el sitio, para fundar otra ciudad, nombrada como Dongú. Posteriormente se asentaron en la actual Acambay. Actividades a realizar en las cercanías de Huamango

Como complemento a una visita al sitio arqueológico de Huamango, se recomienda visitar la comunidad de Acambay para presenciar su colorido carnaval, el cual incluye bailes, mascaradas y desfile de carros alegóricos.

Se realiza año con año, entre enero y febrero.