El Programa de los 177 Pueblos Mágicos de Mexico, desarrollado por la Secretaría de Turismo en colaboración con diversas instancias gubernamentales y gobiernos estatales y municipales, contribuye a revalorar a un conjunto de poblaciones del país que siempre han estado en el imaginario colectivo de la nación en su conjunto y que representan alternativas frescas y diferentes para los visitantes nacionales y extranjeros. Más que un rescate, es un reconocimiento a quienes habitan esos hermosos lugares de la geografía mexicana y han sabido guardar para todos, la riqueza cultural e histórica que encierran.

Hoteles y Pueblos Mágicos de México

Nota sobre Hoteles y Pueblos Mágicos de México

Una de las características principales de los Pueblos Mágicos de México es el modo en el que garantizan las experiencias turísticas más seguras y cómodas para todos quienes los visitan.

De hecho uno de los requisitos que deben de cumplir las poblaciones para recibir ese nombramiento es el de ofrecer una completa infraestructura turística. Por este motivo no es de extrañar que los Pueblos Mágicos más visitados en el territorio nacional sean los que cuentan con hoteles de prestigiosas cadenas en las distintas regiones de la República Mexicana. Precisamente de entre las pautas para elegir entre los diferentes Pueblos Mágicos para visitar es esa oferta hotelera con la que cuente. De entre los mejores hoteles en los Pueblos Mágicos de México destacaremos los siguientes: Hotel San Bernardo en Tapalpa, Jalisco

En un cautivador entorno montañoso, cerca del llamado Valle de los Enigmas, se ubica este hotel de excelente categoría.

Las habitaciones del San Bernardo incluyen chimenea u algunas hasta jacuzzi. Otro de sus atractivos es que tiene terrazas que ofrecen maravillosas vistas al lago y el bosque. Cuenta con un restaurante llamado La Granja donde se sirve un pato estupendo y vinos excelentes. Tiene alberca techada y un spa donde se aplican tratamientos de vino, yogurt, miel de abeja y chocolate artesanal. Hacienda Ucazanaztacua, en Pátzcuaro, Michoacán

Cautiva a los visitantes por las hermosas panorámicas que nos ofrece del Lago de Pátzcuaro.

Tiene siete confortables suites, ubicadas en un entorno de islas, el deambular de los pescadores y el canto de los pájaros. En los terrenos de lo gastronómico, en las mesas del jardín se sirven delicias como la sopa tarasca, los uchepos o el churipo de pescado o de res. En el Hacienda Ucazanaztacua también se ofrecen masajes variados, reflexología y aromaterapia. Posada de las Minas en Mineral de Pozos, Guanajuato

Algo que caracteriza a este hotel guanajuatense son los toques victorianos y artesanales en sus habitaciones.

Es una auténtica mansión decimonónica que garantiza el mayor descanso y relajación para los huéspedes. Para satisfacer los antojos culinarios que se tengan, tanto en los comedores como en la cantina preparan variados platillos de cocina regional y abundante tequila de las mejores marcas. Otro de sus aspectos más destacados son los excelentes servicios spa que allí se brindan. Cuenta además con formidables jacuzzi y piscina. Casa Tía Micha, Valladolid, Yucatán

Mucho hay que resaltar de este hotel magnífico pero sobre todo los añejos muebles con los que está decorado.

También es de hacer notar la personalizada atención que ofrece su staff. Los visitantes quedan encantados con todas estas cualidades y por supuesto el ambiente apacible y grato de Valladolid, joya turística yucateca. En el comedor de la Casa Tía Micha se sirven los mejores antojitos regionales y nacionales. Pero además cuenta con un anexo, la Casa Marlene, que tiene alberca y otros servicios excelentes. Por lo demás, Casa Tía Micha se encuentra cerca de interesantes cenotes y del sitio arqueológico de Chichen Itzá. Hacienda de los Santos, Álamos, Sonora

Es una hacienda de estilo colonial en donde se percibe un detalle artístico y de buena clase en cada rincón.

Tiene finos muebles, antigüedades y decorados artesanales. Es una delicia recorrer los senderos de piedra que nos llevan a los amplios jardines de la hacienda. Lo más interesante en su propuesta culinaria son las cenas que se preparan noche a noche, con frutas y verduras cosechadas en el rancho del lugar. El chef es muy atento con los comensales, de acuerdo a sus antojos y solicitudes. Cuenta con sábanas de gran manufactura y otros lujos que encantan a los visitantes.