El Programa de los 177 Pueblos Mágicos de Mexico, desarrollado por la Secretaría de Turismo en colaboración con diversas instancias gubernamentales y gobiernos estatales y municipales, contribuye a revalorar a un conjunto de poblaciones del país que siempre han estado en el imaginario colectivo de la nación en su conjunto y que representan alternativas frescas y diferentes para los visitantes nacionales y extranjeros. Más que un rescate, es un reconocimiento a quienes habitan esos hermosos lugares de la geografía mexicana y han sabido guardar para todos, la riqueza cultural e histórica que encierran.

Izamal: la mágica ciudad amarilla

Nota sobre Izamal: la mágica ciudad amarilla

Después de despedirte de Mérida, viaja al este para llegar a Izamal, un encanto colonial con el sello distintivo de un pueblo pequeño. Este destino es uno de los Pueblos Mágicos de México, distintivo otorgado por la Secretaría de Turismo mexicana a pueblos que tienen un legado histórico o cultural importante. Todas las casas, las tiendas y las iglesias de este lugar están pintadas de amarillo dorado y el pueblo ha recibido el apodo de La Ciudad Amarilla.

Izamal fue un importante centro religioso maya y hoy en día puedes visitar los sitios arqueológicos de cuatro grandes pirámides que dominan el centro del pueblo. Sube a la cima de la pirámide Kinich Kak. Construída durante el periodo clásico temprano, esta pirámide, dedicada al dios del sol de los mayas, abarca toda una manzana y ofrece magníficas vistas del pueblo y la región circundante de Yucatán.

Después de la llegada de los españoles, las pirámides y templos mayas fueron destruidos y en su lugar se construyeron edificios coloniales e Iglesias, utilizando a menudo las piedras mayas y los materiales de construcción originales. En el centro de Izamal encontrarás el Convento de San Antonio de Padua, un enorme monasterio franciscano y uno de los monasterios católicos más antiguos en el continente americano. El Convento está pintando en el mismo tono amarillo dorado que el resto del pueblo.

Los recorridos por Izamal en una calesa (un carruaje tirado por caballos) incluyen paradas por los talleres de los artesanos locales donde podrás curiosear entre una variedad de artesanías locales y arte popular, incluyendo los coloridos huipiles bordados (vestidos o túnicas), hamacas y joyería fabricada en materiales locales como el henequén, maderas nativas y semillas de cocoyol.

Después de haber recorrido Izamal dirígete al suroeste, hacia el pueblo de Cuzamá, donde podrás visitar tres cenotes (pozas subterráneas). Los cenotes se encuentran en las afueras del pueblo, en los terrenos de una antigua hacienda henequenera y se puede llegar a ellos en un carro sobre rieles tirado por caballos.