El Programa de los 177 Pueblos Mágicos de Mexico, desarrollado por la Secretaría de Turismo en colaboración con diversas instancias gubernamentales y gobiernos estatales y municipales, contribuye a revalorar a un conjunto de poblaciones del país que siempre han estado en el imaginario colectivo de la nación en su conjunto y que representan alternativas frescas y diferentes para los visitantes nacionales y extranjeros. Más que un rescate, es un reconocimiento a quienes habitan esos hermosos lugares de la geografía mexicana y han sabido guardar para todos, la riqueza cultural e histórica que encierran.

Las chinampas mexicanas, una tradición en peligro

Nota sobre Las chinampas mexicanas, una tradición en peligro

Las chinampas son una técnica antigua de cultivo que se da en la zona lacustre de Xochimilco y Tláhuac actualmente amenazada por la contaminación y el crecimiento urbano.

Xochimilco es una delegación de la Ciudad de México famosa por diversas actividades turísticas que se dan lugar en su zona lacustre al sur de la misma.

Durante el siglo XV estuvo dominada por los mexicas y para la época de la Colonia se convirtió en un centro importante de alimentos por su producción peculiar y prolífica con la técnica antigua (ya desde entonces) de la chinampería.

La chinampa es un método de agricultura mesoamericano que aprovecha las condiciones naturales del entorno para producir alimentos.

Se trata de unas especie de balsas cubiertas de tierra y construidas con un armazón de varas y troncos en donde se cultivan hortalizas, flores y maíz. La tierra dispuesta generalmente contiene material orgánico que la enriquece, como: hojarasca, pasto y cáscaras de frutas y vegetales. A modo de barreras se sembraban unos sauces a los lados de las chinampas para protegerlas.

Esta técnica de cultivo data desde la época de los toltecas y se estima que su máximo esplendor se dio en el siglo XVI; y que para el año 1519 el lago de Xochimilco era utilizado casi en su totalidad para la chinampería.

Este método, si bien tiene características propias de la región, no es único en su especie y algunos otros países como en Belice y Perú utilizaron técnicas parecidas para el cultivo, aunque, según parece, en la región de Xochimilco y Tláhuac son las únicas que conservan actualmente esta tradición. Patrimonio de la Humanidad

En 1987 Xochimilco fue declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la tradición de sus paseos en el lago, la música y el paisaje.

Sus coloridas balsas, llamadas trajineras, son adornadas con flores y se han convertido en un atractivo turístico. Sin embargo, este mismo factor, aunado a otros como la contaminación, el uso del suelo y el crecimiento urbano, han puesto en peligro la tradición agrícola de las chinampas.

Se estima que en los tiempos de su máximo esplendor, las chinampas alcanzaban las 20,000 hectáreas, en la actualidad existen solo 1,800.

El avance urbano y el cambio del uso de suelo, como se mencionaba, son algunos de los factores que las afectan, sin embargo, también la contaminación del agua, el cambio en su salinidad, sodicidad y calidad en sí; así como el cambio en la humedad de la tierra.

Las condiciones del lugar y el deterioro del paisaje han puesto en peligro de perder el título de Patrimonio Cultural de la Humanidad dado por la UNESCO y los esfuerzos gubernamentales aún parecen no alcanzar para revertir esta tendencia de explotación y alteración del lugar.

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Así pues, es en la zona de Xochimilco y Tláhuac que aún se conserva esta tradición antigua de cultivo.

A pesar de la zona limitada en donde se da, provee de gran variedad de hortalizas y plantas de ornato. En algunos lugares tradicionalmente chinamperos se ha dado lugar al uso de invernaderos, abandonando así la práctica antigua que data de la época de los toltecas.

Sin embargo, universidades, y actualmente el gobierno capitalino, han puesto su atención en la zona para la conservación de la chinampería, hacerla un método sustentable y que esto a su vez de mejor calidad de vida a la región.

En estas fechas se realiza una visita a la región promovida por el jefe del Gobierno capitalino, Miguel Ángel Mancera, de una delegación de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) con el objetivo de que sea declarada esta forma de cultivo como Sistema Importante del Patrimonio Agrícola Mundial (Sipam).

Estemos atentos pues, sobre el futuro de esta técnica de cultivo y si los esfuerzos gubernamentales alcanzarán para detener su constante pérdida.

Recordemos que cuando desaparece una tradición de este tipo se pierde también toda una forma de comprender el entorno, la vida y, en este caso, la manera de comprender la tierra, el sustento; el como aprovechar y convivir con lo que la naturaleza nos provee y nuestra responsabilidad de conservarlo.