El Programa de los 177 Pueblos Mágicos de Mexico, desarrollado por la Secretaría de Turismo en colaboración con diversas instancias gubernamentales y gobiernos estatales y municipales, contribuye a revalorar a un conjunto de poblaciones del país que siempre han estado en el imaginario colectivo de la nación en su conjunto y que representan alternativas frescas y diferentes para los visitantes nacionales y extranjeros. Más que un rescate, es un reconocimiento a quienes habitan esos hermosos lugares de la geografía mexicana y han sabido guardar para todos, la riqueza cultural e histórica que encierran.

Por los rumbos de Espinazo

Nota sobre  Por los rumbos de Espinazo

Espinazo es un pueblo que se encuentra en la zona norte del estado de Nuevo León, prácticamente en los límites con Coahuila.

No es una comunidad demasiado bonita pero si tiene cierto interés por su referencia con El Niño Fidencio, quien fuera un célebre hechicero hasta que falleció en 1938.

Y aunque el culto al Niño Fidencio perdura hasta nuestro tiempo y se realizan muchas peregrinaciones a este sitio, en realizad Espinazo es más bien un pueblo deshabitado: son muchas las viviendas de adobe que se exhiben abandonadas.

De cualquier manera existen puntos fascinantes, que ningún viajero de Nuevo León se puede perder.

Por ejemplo, en la entrada de la población hay un árbol de pirul – conocido como “El Pirulito” -, desde donde El Niño Fidencio daba bendiciones y arrojaba fruta y huevos a los peregrinos.

Cerca de Espinazo se encuentra Boca de Potrerillos, una importante zona arqueológica de aproximadamente 6 kilómetros cuadrados de extensión.

En ella se atesoran una de las colecciones de petroglifos más importante de México.

Se sabe que en esta zona de Nuevo León hubo presencia humana desde el año 7 mil antes de Cristo hasta el 1760 después de Cristo, es decir, ya muy avanzado el periodo virreinal de nuestra nación.

En Boca de Potrerillos han sido hallados también raspadores, puntas de flecha, cuentas de collares y piedras de moliendas.