El Programa de los 177 Pueblos Mágicos de Mexico, desarrollado por la Secretaría de Turismo en colaboración con diversas instancias gubernamentales y gobiernos estatales y municipales, contribuye a revalorar a un conjunto de poblaciones del país que siempre han estado en el imaginario colectivo de la nación en su conjunto y que representan alternativas frescas y diferentes para los visitantes nacionales y extranjeros. Más que un rescate, es un reconocimiento a quienes habitan esos hermosos lugares de la geografía mexicana y han sabido guardar para todos, la riqueza cultural e histórica que encierran.

Tianguis de Tlacolula, un viaje en el tiempo

Nota sobre Tianguis de Tlacolula, un viaje en el tiempo

Al suroeste de la ciudad de Oaxaca, a tan solo 30 kilómetros de distancia, se encuentra uno de los tianguis más tradicionales del país: el de Tlacolula.

Este lugar fascinante se establece los domingos en la calle principal del poblado, y a él acuden indígenas de los pueblos de los valles centrales de Oaxaca.

Quien no sea nativo seguramente se sorprenderá con su folclor: es lo más cercano a un tianguis de la época prehispánica.

Frente de la iglesia se encuentran los locales de alimentos, donde es posible encontrar frutos, vegetales, pan de mantequilla, quesos y pescados. No te sorprendas si ves pasar una mujer zapoteca con guajolotes vivos tomados por las patas: ¡es la manera tradicional de venderlos!

Más adelante encontrarás una sección techada muy particular.

Es la zona de carnicería, donde se vende carne fresca; en medio del pasillo se alinea una serie de asadores con carbón prendido para degustar un rico taco ahí mismo.

En el tianguis también se venden mezcal, piezas de barro negro, delantales bordados a mano, sombreros de palma, sarapes, morteros y metates pintados, nieves de frutas, utensilios de cocina de madera y muchos objetos más.

Seguramente te invadirán los deseos de fotografiarlo todo: las mujeres con su colorida vestimenta y sus trenzas largas, las frutas exóticas, las artesanías, etc.

Hazlo con discreción, pues a muchos indígenas no les gusta ser fotografiados. Una opción es que les compres algún producto y después les preguntes si puedes fotografiarlos; la mayoría te dirá que sí. Dónde: calle principal de Tlacolula, enfrente de la iglesia, Tlacolula, Oaxaca