El Programa de los 177 Pueblos Mágicos de Mexico, desarrollado por la Secretaría de Turismo en colaboración con diversas instancias gubernamentales y gobiernos estatales y municipales, contribuye a revalorar a un conjunto de poblaciones del país que siempre han estado en el imaginario colectivo de la nación en su conjunto y que representan alternativas frescas y diferentes para los visitantes nacionales y extranjeros. Más que un rescate, es un reconocimiento a quienes habitan esos hermosos lugares de la geografía mexicana y han sabido guardar para todos, la riqueza cultural e histórica que encierran.

Toniná, testigo del esplendor maya

Nota sobre Toniná, testigo del esplendor maya

Este sitio sagrado enmarcado por selvas y bosques alberga una de las construcciones más altas de Mesoamérica: la Gran Pirámide. Localizado a 126 kilómetros de Palenque, este centro ceremonial del Mundo Maya ostenta 97 edificios, dos juegos de pelota, 38 tumbas y 37 piezas escultóricas, todos exhibidos en el interesante Museo de Sitio. Asentado sobre un relieve natural boscoso en el norte del municipio de Ocosingo, Toniná alcanzó su fulgor en el periodo Clásico Tardío, al igual que Tikal, Copán y Palenque. En esta ciudad sagrada se han hallado figuras que representan monstruos de la tierra, aves celestes, deidades acuáticas y dragones del inframundo. Rodeada por vegetación selvática y boscosa, esta zona arqueológica exhibe inscripciones jeroglíficas que aluden al calendario divino e histórico de los mayas.

Toniná vivió su época de entre 600 y 900 d.C., en el período Clásico Tardío. Esta ciudad, cuyo nombre significa en lengua tzeltal “la casa de la piedra” o “casas grandes de piedra”, fue potencia militar tal como se demuestra en sus inscripciones sobre prisioneros. 

Este yacimiento arqueológico de terreno arcilloso aloja un importante conjunto arquitectónico del cual destaca la Acrópolis, pirámide de 70 metros de altura, uno de los edificios más altos de Mesoamérica. Esta construcción está formada por siete plataformas, diez templos y cuatro palacios comunicados entre sí por escalinatas y pasillos laberínticos. En cada plataforma se encuentra enterrado un gobernante maya .

De sus principales construcciones destacan la Gran Pirámide, que acoge el Palacio del Inframundo; el Templo de los Prisioneros, el Templo del Espejo Humeante, el Palacio de la Guerra y el Templo del Monstruo de la Tierra. Este último alberga el Mural de las Cuatro Eras, el cual describe las principales deidades mayas de acuerdo con la leyenda de los cuatro soles.

Si planeas visitar este sitio prehispánico, te recomendamos vestir ropa fresca y cómoda, pues el recorrido incluye una larga caminata. Asimismo, no olvides tu repelente de mosquitos, bloqueador y un impermeable por si comienza a llover.