El Programa de los 177 Pueblos Mágicos de Mexico, desarrollado por la Secretaría de Turismo en colaboración con diversas instancias gubernamentales y gobiernos estatales y municipales, contribuye a revalorar a un conjunto de poblaciones del país que siempre han estado en el imaginario colectivo de la nación en su conjunto y que representan alternativas frescas y diferentes para los visitantes nacionales y extranjeros. Más que un rescate, es un reconocimiento a quienes habitan esos hermosos lugares de la geografía mexicana y han sabido guardar para todos, la riqueza cultural e histórica que encierran.

Villa Guerrero, camino lleno de cempasúchil

Nota sobre Villa Guerrero, camino lleno de cempasúchil

Evocando al Camino Amarillo de la entrañable película de "El Mago de Oz", justo esa es la señal que nos conduce a la hermosa comunidad de Villa Guerrero, en el Estado de México.

Y es que la carretera que se dirige hasta este sitio cruza por plantíos e invernaderos rebosantes de la flor de cempaxúchitl, con su característica tonalidad amarilla, especialmente en los meses de octubre y noviembre.

El aroma de esta y otras muchas flores se confunde con el de la tierra mojada, cuando estamos en aquel atractivo municipio del estado de México, Villa Guerrero, mismo que se encuentra bajo la custodia del Nevado de Toluca. Sorprende saber que uno de los principales impulsos que orientó a Villa Guerrero a la floricultura, como giro económico principal, fue la llegada de un grupo de japoneses en la década de 1930.

El nombre náhuatl de la región es Tequaloyan, cuyo significado es "Sitio donde hay gente brava o fiera".

Se trata de un destino turístico definido, en términos geográficos, por enormes acantilados y manantiales cristalinos, de entre los cuales destacan el Coponial, Los Chicamoles, La Estrella y el de la Piedra Ahuecada.

Algunos de los monumentos históricos más valiosos de Villa de Guerrero, excelente opción para dar un paseo de fin de semana, son: la ex hacienda de Tequaloya; el centro de la cabecera municipal; los vestigios de varios molinos de viento novohispanos; el puente del viejo camino del Paso Hondo y algunos otros más.

Como recomendación adicional, no hay que perderse ña rica gastronomía local, la cual incluye especialidades como la barbacoa, las dobladitas de queso, el dulce de pepitas de calabaza y la refrescante nieve de limón.