Este cerro es el centro ceremonial más significativo para la etnia huichola y a este sitio arriban numerosos indígenas provenientes de Zacatecas, Nayarit, Jalisco y Durango.
Varios de ellos todavía realizan estas peregrinaciones a pie, lo cual les toma de 13 a 25 días, en jornadas extenuantes pero espiritualmente muy satisfactorias. De hecho el mencionado peyote les brinda fuerzas y estímulos para completar estos sagrados viajes. En el marco de unas vacaciones en Real de Catorce y de un paseo por estos lares, conviene tomar contacto con los llamados Caballerangos del Real, quienes organizan excursiones a caballo hasta la cima del Cerro del Quemado, desde donde pueden contemplarse panorámicas impresionantes de esta región de San Luis Potosí. Esta ruta tiene unas tres horas de duración e incluye una fascinante exploración de los vestigios de la Mina de San Agustín. Luego, ya en las faldas del Cerro del Quemado, hay que subir caminando hasta el sitio sagrado en donde se dice que nació Tau, el Sol para los huicholes, quien es venerado por estos indígenas con abundantes cantos y danzas tradicionales.Algunos viajeros afortunados, cuando realizan estas interesantes excursiones a lo profundo de Real de Catorce tiene la oportunidad de observar restos de ofrendas dejadas por los huicholes en sus ceremoniales, como por ejemplo pulseras multicolores, artesanías, cera derretida de grandes velas, objetos de alambre, etc.
En el horizonte vasto, el desierto colma a los turistas con su sortilegio de paz e inmensidad inabarcable.También es recomendable visitar otros sitios de Real de Catorce como la Arena de Toros, el Palenque de Gallos y la Parroquia de la Purísima Concepción.