Por fuera parece una lámpara portátil como muchas otras, y es que esa es una de sus funciones: alumbrar con una potencia de 300 lúmenes.
Pero lo más representativo está en el uso de un cartucho de gas butano que con su combustión calienta unas hojas de material que emiten una copia sintética de un insecticida natural hallado en los crisantemos, que repele los insectos. El fabricante promete que es inodoro y completamente silencioso, y por supuesto puede funcionar simultáneamente junto con la luz.Una buena idea aunque pensada para poner el mercado y, cómo no, ganar unos dólares.
Este modelo de lámpara Thermacell funciona a partir de cartuchos que han de ser sustituidos tras cada uso, de aproximadamente unas 4 horas, con una duración estimada del gas butano de 12 horas. Cómo no, venden el pack de 'recarga' del gas junto con tres cartuchos del insecticida (para que tengas suficiente para el ciclo de 12 horas) por 7,49 dólares. La lámpara sale a 60 dólares (54,60 en Amazon USA) incluyendo un pack de recarga, que no es excesivamente caro aunque tampoco económico, todo sea dicho. Las malas noticias están en que la lámpara se alimenta de cuatro pilas de tipo D, las más gorditas y que nunca han sido baratas. Lo bueno es que la autonomía es bastante decente, de 50 horas a la máxima potencia, aunque una solución que combine batería recargable con la posibilidad de utilizar pilas en casos de necesidad hubiese sido ideal.¿Te vas de camping y no quieres ser devorado por los insectos? Aquí tienes una solución.
Si, por el contrario, prefieres ir a lo barato, entonces... compra amoniaco. Vía | CNet Más información | Thermacell