La reserva ecológica que alberga a los nuevos bisontes es una de las praderas más extensas y mejor conservadas del país, es un ecosistema poco alterado que actualmente conserva el mayor número de perritos de la pradera y sus pastizales son únicos para la conservación de otras especies.
Se espera que los bisontes aporten aún más beneficios al ecosistema. Cuando estos enormes bovinos se desplazan caminando o trotando, machacan el suelo y facilitan la distribución de semillas. También promueven la filtración de agua, la cual es vital en una zona donde el agua es escasa. Los bisontes cortan el pasto a su paso, y eso lo mantiene en la altura ideal para otras especies nativas como los perritos de la pradera y hurones de patas negras. Se espera que los bisontes americanos, con su imponente corporalidad y su bello pelaje lleguen a ser pronto un atractivo turístico para nacionales y extranjeros que desean recrear presencialmente un bello espectáculo natural. En 2010 nacieron, después de casi 100 años de extinción, los primeros bisontes americanos en territorio mexicano, no obstante esta especie suele desplazarse libremente por grandes distancias, hecho preocupante para el proyecto mexicano, ya que mientras en México las leyes consideran al búfalo una especie protegida por su escasez y su recién introducción, al cruzar la frontera con Estados Unidos, pasarán a ser considerados ganado sujeto a apropiación y consumo.Les recomendamos conocer esta zona de México, con escasa población, paisajes y atardeceres espectaculares, miles de estrellas por las frías noches y el sentimiento inigualable de soledad ante la inmensidad de las praderas aún indómitas.
Su acceso es relativamente sencillo desde Ciudad Juárez.