Una colaboración realizada por la aerolínea Lufthansa Airlines y el equipo de Huffington Post nos permite encontrarnos con una serie de consejos “definitivos” para disfrutar de un viaje en avión perfecto.

Se incluyen tanto las cosas que debemos hacer como las que no, y en algunos casos nos sorprendemos por ser aspectos en los que no habíamos pensado.

Comenzamos con lo que se recomienda hacer.

Por ejemplo, llevar chicles para nosotros y para compartir con nuestros compañeros de asiento. El chicle ayuda mucho a tener un mejor viaje en avión y además quedaremos muy bien con quienes estén a nuestro alrededor. Para no sufrir problemas de estrés porque nos quedemos sin batería de forma imprevista, es recomendable que además del móvil bien cargado tengamos siempre a mano el cargador. Nunca se sabe cuándo lo podemos necesitar y ya sabemos que el teléfono es parte de nosotros nos guste o no.

También debemos beber mucha agua mientras estamos en el avión.

Eso evitará que sintamos fatiga y otros problemas derivados de permanecer en el avión durante tantas horas. Superar el jet lag también será un poco más fácil con un buen suministro de agua previo. Además, intentemos hacer algunos ejercicios de estiramiento en el asiento por mucho que las demás personas nos miren mal. Si no les molestamos no puede haber queja.

Y por último, cuando el avión haya aterrizado mantengamos la calma.

Lo normal es que todo el mundo se levante de forma apresurada y comience a llenar los pasillos. Pero nosotros tendríamos que quedarnos sentados tranquilamente hasta que nos toque. Ya hemos pasado varias horas en el asiento, así que por 10 minutos más no va a ser el fin del mundo.

Ahora pasemos a qué no debemos hacer.

Y comenzamos diciendo que de ninguna manera tenemos que subir el pijama o la almohada al avión, aunque vayamos a dormir en él. Nadie debería ver nuestro pijama en un lugar como este. Tampoco sobrecarguemos el equipaje de mano con otras cosas. Es inútil, porque no las vais a usar, y puede ser un desmadre si la maleta o la bolsa se os abre de repente. Por otro lado, ni penséis si quedáis guapos mientras estáis durmiendo con una almohada de cuello. A nadie le sientan bien, hay que superarlo.

En paralelo a lo que decíamos antes de permanecer en el asiento, como cosa a no hacer se encuentra el intentar salir rápidamente del avión.

Tampoco extendamos las piernas o los brazos hacia el asiento de otra persona cuando estemos sentados. Y para acabar: no nos llevemos cosas al baño.