Subiendo un poco la Sierra de Chichinautzin, justo allí donde nopaleras y milpas se mezclan con bosques y huertas, se ubica el Convento de San Guillermo, notable complejo arquitectónico agustino, que destaca por su extraño arte pictórico.
Los paisajes de la zona son muy bellos, en especial si se arriba por carretera federal Xochimilco-Oaxtepec, la 113.
Vastas extensiones de bosque de pino y encino le dan lugar a nopaleras de grandes dimensiones y que son características de esta región del estado de Morelos. No mucho más lejos de esta zona, se dejan ver los cerros que enmarcan la antigua comunidad tlahuica de Totolapan.Justamente desde estas serranías, se tiene una perspectiva privilegiada de los grandes valles de la zona y del colosal Popocatépetl.
Ese es el panorama en el que aparece el complejo conventual mencionado, el de San Guillermo, con sus notable monogramas, sus lienzos admirables- obras de fray Antonio de Roa-, y sus bellos esgrafiados, que lo distinguen de otros conventos del área y en general de todos los edificios sacros construidos en México, en el siglo XVI. Qué visitar en el Convento de San GuillermoEl convento de San Guillermo tiene distintas peculiaridades que lo tornan único.
Por ejemplo, la iglesia que incluye es un tamaño considerablemente menor con respecto a otros templos agustinos de esta zona morelense. También notable es el decorado de medallones y sillares simulados que cubren totalmente la fachada y algunos de los muros aledaños. Estos detalles, fueron añadidos al edificio en 1987, en el marco de una profunda restauración que incluyó la adición de una cubierta de estuco.En lo que se refiere al claustro del convento a pesar de hallarse muy deteriorado, aun conserva fragmentos de pinturas murales de gran belleza.
Por ejemplo, en el arco de la esquina oeste del claustro, aparece la representación del Patrocinio de una monja agustina, tal vez Santa Mónica, la cual se proyecta como protectora de varias religiosas, quienes portan en sus manos una palma, símbolo del martirio. Otro aspecto destacado del convento, desde un punto de vista estético, está en la escalera que vincula las dos plantas del complejo, por su hermoso friso de ornamentos vegetales realizado a partir de técnicas de esgrafía. Algunos especialistas consideran que en la biblioteca, existió alguna vez un mural con el Padre Nuestro en lengua náhuatl. Cómo llegar al Convento de San GuillermoPara llegar desde Tlayacapan, se toma la carretera a Xochimilco, la federal 113, desde el centro y justo a 800 metros se prosigue por la carretera estatal 2.
El centro de Totolapan y el Convento de San Guillermo se ubican un poco más adelante. Información relevante acerca del Convento de San GuillermoEn el área posterior del complejo conventual, aparece en excelentes condiciones el antiguo huerto.
Del otro lado se encuentra el atrio, con muros bastante modificados con el paso del tiempo. Se sabe que allí se levantaban cuatro capillas posas originales, de las cuales, actualmente, solo se conservan dos de ellas. Una de tales capillas posas está vinculada a una torre de tres cuerpos, sobre la cual se instaló un reloj a principios del siglo XX. Esta capilla preserva su altar, arcos de medio punto, vestigios de murales y una rara bóveda en pico rematada por almenas. Actividades a realizar en el Convento de San GuillermoTotolapan es una comunidad morelense pequeña en dimensiones, pero grande en encanto.
En lo que se refiere a la prestación de servicios, depende en mucho del pueblo de Tlayacapan. No obstante, cuenta con un grato tianguis, que se instala los días miércoles y domingos en el cual se pueden comer sabrosos antojitos. De igual manera se pueden disfrutar de ricos alimentos cerca de la Plaza de Armas. Es recomendable visitar los antiguos conventos de pueblos cercanos, como Ahuacatlán y Nepooualco, los cuales probablemente fueron hace mucho tiempo, capillas de visita del Convento de San Guillermo. En este mismo sentido, se pueden gozar los hermosos parajes silvestres de la región. Precisamente en Nepopualco, se encuentra un famoso criadero de venados cola blanca, de gran interés para los niños y los aficionados al ecoturismo. Por este rumbo también aparece el pueblo de Tlalnepantla, con otro hermoso edificio agustino, el Convento de La Purificación.