El llamado Padre de la Patria, Miguel Hidalgo y Costilla es un personaje muy admirado de acuerdo al rol que desempeño en la Guerra de Independencia y el registro de sus hazañas en los libros de texto.

Pero más allá de la imagen oficial que se tiene de este prócer insurgente, no deja de ser una figura polémica según algunos datos y anécdotas como los que les comentaremos a continuación.

El nombre completo del Padre Hidalgo fue Miguel Gregorio Antonio Ignacio Hidalgo y Costilla y Gallaga Mandarte Villaseñor.

Nació en la Hacienda de Corralejo, en Pénjamo Guanajuato, el 8 de mayo de 1753.

Hidalgo fue el segundo vástago de Don Cristóbal Hidalgo y Costilla y Doña Ana María Gallaga, ambos descendientes de una familia gallega de renombre.

Los tres hermanos del caudillo insurgente tuvieron por nombre José María, Manuel Mariano y José Joaquín.

De acuerdo a ciertos historiadores, Hidalgo llamó a las armas a los inconformes con el dominio español sobre la Nueva España el 16 de septiembre de 1810 con la siguiente arenga: “¡Viva la religión! ¡Viva la Virgen de Guadalupe! ¡Muera el mal gobierno! ¡Viva Fernando VII! ¡Viva América! ¡Mueran los gachupines!”.

Fue el 20 de septiembre del año mencionado cuando Hidalgo fue nombrado capitán general y el día 24 tomó el cargo de Generalísimo de los ejércitos de América.

El héroe insurgente gustaba que se dirigieran a él como “Alteza Serenísima”.

Hidalgo tuvo un fuerte desacuerdo con Allende por los saqueos y matanzas que se suscitaron luego del Grito de Dolores.

De acuerdo a ciertos historiadores Allende llegó a llamar “bribón” al Cura Hidalgo. Posteriormente cuando las fuerzas insurgentes fueron derrotadas en la batalla de Aculco, Allende e Hidalgo se separaron y cuando más adelante Allende pidió ayuda a Hidalgo para frenar el avance de Calleja, el Padre de la Patria ignoró su petición de auxilio.