México es un país lo suficientemente diverso como para que las personas puedan encontrar, durante su viaje, con destinos llenos de magia y encanto. De hecho, si tan solo se hace énfasis en los pueblos mágicos de México, habrá muchos lugares que vale la pena visitar.
Antes de afrontar un viaje de estas características, es importante tener unas cuestiones ya cubiertas. Primero, investigar sobre el destino, sobre sus peculiaridades, costumbres, precios y mejores épocas para viajar. Luego, tener un seguro de viajes, habiendo opciones competitivas como el seguro de viajero en México a través de American Express. Y sí, finalmente elegir, ya que puede haber varios destinos mágicos que sean tentadores dentro de la nación azteca.
Ubicado en Chiapas, tiene el mote de ser el más mágico de todos los pueblos mágicos. Es una ciudad con un marcado acervo cultural, arquitectura colonial, una rica cultura indígena y coloridos mercados.
Por supuesto, como es algo particular de estos destinos, el centro histórico de San Cristóbal de las Casas es imprescindible de visitar. Además, otros imprescindibles pudieran ser la gastronomía local, el Cañón del Sumidero y hasta las comunidades tzotziles.
San Cristóbal de las Casas destaca por la influencia arquitectónica, religiosa y comercial que ha tenido desde su fundación por allá por el siglo XVI. Según los historiadores, es uno de los lugares de América que mejor ha mezclado las culturas españolas e indígenas.
En Quintana Roo. Durante la época colonial, Bacalar fue uno de los puertos más importantes, aunque luego fue atacado por piratas y se dejó de utilizar masivamente. Hoy es uno de los destinos turísticos más cotizados de una zona que también se caracteriza por el turismo de primer nivel.
Bacalar es conocida como La Laguna de los Siete Colores. Esto, haciendo énfasis a las aguas cristalinas y paisajes paradisíacos circundantes.
Por supuesto, Bacalar es ideal para nadar en la propia laguna, pero sobre todo, para visitar todos los cenotes que allí se encuentran. Al ser un atractivo turístico en Quintana Roo, también ofrece una buena vida nocturna para quienes no vayan únicamente por los canales, manglares o por la práctica de deportes acuáticos.
Es un bastión cultural y colonial de México. Inspiración de muchas obras literarias y cinematográficas, Guanajuato es también la capital del estado homónimo, antiguo centro minero del país y que hoy guarda su historia dentro de calles empedradas, túneles subterráneos y mucha belleza en su arquitectura.
No faltará el que afirme, con algo de razón, que se trata de una de las ciudades con más encanto o directamente la más bella de México.
Hay mucho por ver allí. El Callejón del Beso, la Alhóndiga de Granaditas, el Museo de las Momias y el Festival Internacional Cervantino son algunos de los infaltables en todo itinerario.
Si de magia y de historia se habla, hay que hacer mención de este pueblo mágico ubicado en Morelos. Más allá del turismo, está más orientado hacia la contemplación de la naturaleza y el disfrute de nuevas formas de espiritualidad.
Tepoztlán fue un importante centro ceremonial prehispánico y hoy en día es un lugar de peregrinación y turismo. Por eso, hay que visitar sus principales atractivos, siendo la pirámide, el centro histórico y los mercados de artesanías los más recomendados. Subir al Cerro del Tepozteco también será una actividad muy sugerida por los locales.
La Ciudad de la Plata, es otro de los bastiones mineros de México desde la época de la colonia. Taxco es una ciudad conocida por la calidad de las artesanías de plata que allí se elaboran, por lo que también pudiera ser una gran ocasión para tener una prenda cargada de autenticidad.
Más allá de la historia minera, su arquitectura colonial de estilo barroco, los talleres de plata que aún se mantienen, la parroquia de Santa Prisca y el Museo de la ciudad serán algunos de los atractivos.