El cenote Ox Bel Ha, conocido por los lugareños como el "Cenote del Tercer Cielo", es uno de los tesoros naturales más impresionantes de la Riviera Maya. Ubicado junto a la autopista 307, en la famosa "Ruta de los Cenotes" de Tulum, Quintana Roo, este cenote ofrece una experiencia única para los amantes de la naturaleza, la aventura y la historia. Con su intrincado sistema de cuevas y su asombrosa belleza, Ox Bel Ha se ha consolidado como un destino imperdible para quienes buscan sumergirse en las maravillas ocultas de la península de Yucatán.
El cenote Ox Bel Ha, con su combinación de historia, cultura y belleza natural, es un destino que no debe faltar en la lista de cualquier viajero que visite Tulum. Su vasto sistema de cuevas subterráneas y sus aguas cristalinas ofrecen una experiencia única, que va más allá del simple turismo, permitiendo a los visitantes conectarse con la naturaleza y la historia de la región de una manera profunda y significativa. Ya sea para nadar, bucear o simplemente disfrutar de la tranquilidad que ofrece este entorno natural, Ox Bel Ha es un lugar donde el tiempo parece detenerse, invitando a todos los que lo visitan a sumergirse en la magia y el misterio de uno de los cenotes más impresionantes de México.
El cenote Ox Bel Ha fue descubierto en 1998, y su nombre, de origen maya, significa "El camino de los tres rayos". Este nombre no solo evoca la conexión ancestral con la cultura maya, sino que también refleja la singularidad de este cuerpo de agua. Ox Bel Ha es parte de un vasto sistema de cuevas subterráneas, considerado por muchos expertos como el río y sistema de cavernas subterráneas más largo del planeta, con una longitud total que alcanza los 270.2 kilómetros. La magnitud de este sistema es asombrosa, ya que permite a los visitantes explorar un mundo subterráneo que parece sacado de un sueño.
Lo que distingue a Ox Bel Ha de otros cenotes es su particularidad geológica. A una profundidad de 335 metros, este cenote se caracteriza por una fina capa de agua dulce que fluye sobre el agua salada procedente del Mar Caribe. Este fenómeno, conocido como haloclina, crea un efecto visual impresionante donde las dos capas de agua se encuentran pero no se mezclan, ofreciendo una vista única para los buceadores y nadadores que se atreven a explorar sus profundidades.
El acceso a Ox Bel Ha es relativamente sencillo, ya que se encuentra a nivel del suelo. Para llegar al cenote, los visitantes deben descender por una escalera que les lleva directamente al agua. Esta facilidad de acceso lo convierte en un destino popular no solo para buceadores experimentados, sino también para aquellos que buscan disfrutar de una inmersión tranquila en las cristalinas aguas del cenote.
Ox Bel Ha es un lugar ideal para una variedad de actividades acuáticas. La natación es una de las principales atracciones, ya que el cenote ofrece aguas tranquilas y transparentes que invitan a los visitantes a sumergirse y relajarse en un entorno natural incomparable. El esnórquel es otra actividad popular, permitiendo a los turistas observar de cerca la vida acuática del cenote, donde pueden convivir con una variedad de peces que habitan en sus aguas.
Sin embargo, la verdadera joya de Ox Bel Ha es el buceo. Para los buceadores, este cenote ofrece una experiencia inigualable, ya que permite explorar el extenso sistema de cuevas subterráneas que se extiende bajo la superficie. Los buceadores pueden internarse hasta 6.4 kilómetros dentro de este misterioso laberinto de cavernas, guiados por la luz de sus linternas y el reflejo de sus burbujas en las paredes de piedra caliza[4]. Esta aventura subterránea conduce a los buceadores hasta los impresionantes arrecifes de Tulum, donde el agua dulce del cenote se encuentra con las aguas saladas del mar, creando un ecosistema único y vibrante.
Los cenotes han sido considerados sagrados por las culturas mayas durante siglos, ya que representaban una fuente vital de agua dulce en la península de Yucatán. Además, se creía que los cenotes eran portales al inframundo, conectando el mundo de los vivos con el de los espíritus. Esta conexión espiritual aún se siente en Ox Bel Ha, donde los visitantes pueden experimentar una sensación de reverencia y tranquilidad mientras exploran sus profundidades.
Desde una perspectiva ecológica, Ox Bel Ha y su sistema de cuevas subterráneas juegan un papel crucial en el mantenimiento del equilibrio ambiental de la región. Los cenotes actúan como filtros naturales, limpiando el agua mientras fluye a través de las capas de piedra caliza, y proporcionan un hábitat vital para una variedad de especies de flora y fauna. La conservación de estos cuerpos de agua es esencial para preservar la biodiversidad y la salud ecológica de la región.
Para aquellos interesados en visitar Ox Bel Ha, es importante estar preparados para una experiencia que combina la aventura con la conciencia ambiental. El respeto por el entorno natural es fundamental, y los visitantes deben seguir todas las indicaciones de los guías locales para asegurar que su impacto en el ecosistema sea mínimo. Se recomienda llevar equipo de esnórquel o buceo propio, ya que esto no solo asegura la comodidad personal, sino que también reduce la demanda de equipos de alquiler, contribuyendo a la preservación del cenote.
Además, es aconsejable visitar Ox Bel Ha durante las primeras horas de la mañana o al final de la tarde, cuando el cenote está menos concurrido y la luz del sol crea efectos espectaculares en la superficie del agua. Estas horas también son ideales para capturar fotografías impresionantes que inmortalicen la experiencia.