De noviembre a enero las calles de Atlixco se transforman en un camino de resplandor y encanto con esta villa navideña.
Este espectáculo de luz y color ha tomado la importancia ya de una tradición que se ha arraigado en el imaginario de sus pobladores y visitantes.
Desde 2011 este proyecto, sin precedentes en el país, logró transformar este pueblo en una Villa Iluminada que en 40 días superó el flujo turístico de todo un año.Al principio llegaron 300,000 visitantes atraídos por el rumor de que un pueblo resplandece en Navidad.
El tiempo y tantas luces convertidas en túneles y figuras mágicas que representaban tradiciones y costumbres se encargaron de duplicar la cifra de aquellos primeros caminantes. Por esto, por su historia, sus flores y su cultura en 2015 este rincón poblano fue nombrado Pueblo Mágico.Una vez más, llegó la época en que la villa se ilumina: empieza el 25 de noviembre y concluye el 8 de enero, tres días después del tradicional Desfile de Reyes.
Vale la pena pasearse por ella.
El espectáculo inicia en el zócalo y comprende un recorrido peatonal de kilómetro y medio donde se pueden escribir los anhelos en el árbol de los deseos, darse una pasadita por el túnel de lava o montarse en el tren de la villa. En esta edición, Argentina será el país invitado por lo que encontrarás en medio del recorrido figuras que representarán el emblemático obelisco de Buenos Aires, la Casa Rosada y el tradicional barrio de la Boca donde se podrá vivir la cultura musical argentina de tangos y milongas, acompañados de toda la gastronomía gaucha y sus famosos vino. El clima es cálido en Atlixco, pero durante las encendidas fechas el poco frío obliga a la gente a deambular con chamarra encima. La multitud, arropada, va y viene admirando las más de dos mil figuras que acompañan el paseo de luces. Sobresalen sus rostros iluminados como si de una alfombra de puntos claros y en movimiento se tratara.Reservar una tarde sería un buen consejo: músicos y cantantes ocuparán los escenarios de Atlixco para presentarse en conciertos y recitales.
Hay que apreciar el oficio del pueblo, el cultivo de plantas y flores, visitar sus viveros y la Feria de la Nochebuena. También mirar a detalle los diseños de las figuras iluminadas, que cumplen varios objetivos: adornar el espacio público, alegrar a los asistentes y rendir homenaje a las tradiciones.Reservar una tarde sería un buen consejo: músicos y cantantes ocuparán los escenarios de Atlixco para presentarse en conciertos y recitales.
Hay que apreciar el oficio del pueblo, el cultivo de plantas y flores, visitar sus viveros y la Feria de la Nochebuena. También mirar a detalle los diseños de las figuras iluminadas, que cumplen varios objetivos: adornar el espacio público, alegrar a los asistentes y rendir homenaje a las tradiciones.