Malinalco es un pequeño pero encantador pueblo que se encuentra en el punto donde se unen el eje neovolcánico transversal y la Sierra Norte del estado de Morelos. Este rincón del Estado de México es un destino que cautiva a sus visitantes por sus paisajes naturales, su rica historia y su invaluable herencia arquitectónica. El entorno que lo rodea tiene ese aire de pureza y tranquilidad que caracteriza a muchos pueblos de la provincia mexicana, lo que lo convierte en un lugar ideal para desconectar del bullicio de las grandes ciudades.
Malinalco es un destino que ofrece una experiencia única, combinando la tranquilidad de un pueblo tradicional con una profunda conexión histórica y cultural. Su oferta turística, que incluye desde recorridos por su zona arqueológica hasta la exploración de su legado colonial, lo convierte en un lugar ideal para aquellos que buscan un escape de la rutina y desean conocer más sobre la rica herencia de México. Ya sea que te atraiga su arquitectura, sus paisajes o simplemente quieras desconectar en un entorno sereno, Malinalco tiene algo que ofrecer a cada visitante.
Situado a aproximadamente 70 kilómetros de Toluca y a unas dos horas y media en coche desde la Ciudad de México, Malinalco ha ganado popularidad entre quienes buscan un refugio cercano, pero alejado del ritmo acelerado de la vida urbana. Su clima, cálido y húmedo, resulta sumamente agradable durante la mayor parte del año. Esto ha llevado a que muchos capitalinos decidan adquirir casas de fin de semana en la zona, aprovechando las bondades climáticas y el encanto natural del lugar.
Una de las principales razones por las que Malinalco se ha consolidado como un atractivo turístico es su infraestructura confiable y acogedora. Aunque no es un destino masivo, cuenta con una oferta de servicios suficiente para garantizar una estancia placentera. En el pueblo abundan pequeños hoteles, posadas y restaurantes, todos ellos de excelente calidad, lo que permite a los visitantes disfrutar de la hospitalidad local sin las aglomeraciones propias de los destinos turísticos más grandes.
Una parte significativa del encanto de Malinalco reside en sus calles, las cuales invitan a ser recorridas a pie. Pasear por el pueblo permite apreciar no solo el plácido ambiente de la comunidad, sino también la belleza arquitectónica de sus casas, muchas de las cuales han sido construidas con un estilo colonial que le otorga a Malinalco un aire de atemporalidad. Este recorrido a pie también lleva a los visitantes al tradicional tianguis que se instala los domingos y martes, donde se pueden encontrar productos frescos de la región como verduras, legumbres y exóticos frutos locales, haciendo del mercado un reflejo de la riqueza natural de la región.
Uno de los principales atractivos de Malinalco, y sin duda el más emblemático, es su zona arqueológica. Este sitio, ubicado en lo alto del Cerro de los Ídolos, ofrece a los visitantes la oportunidad de conectarse con el pasado prehispánico de México. Aunque esta área fue habitada por diversas culturas a lo largo de los siglos, como los teotihuacanos, toltecas y matlatzincas, son los aztecas quienes dejaron su huella más perdurable.
La joya de este sitio arqueológico es la llamada Casa de las Águilas y los Tigres, una construcción impresionante tanto por su diseño como por su ubicación. Este templo, tallado directamente en la roca de la montaña, era un espacio ceremonial utilizado por los guerreros águila y jaguar, dos de los grupos más prestigiosos dentro de la sociedad mexica. La subida al cerro no es especialmente difícil, pero aquellos que logran llegar a la cima se ven recompensados no solo con la vista de las estructuras prehispánicas, sino también con una panorámica excepcional del valle que rodea a Malinalco.
El sitio arqueológico, aunque pequeño en comparación con otros más conocidos en México, es uno de los mejor conservados y ofrece una experiencia íntima y educativa. Aquí, los visitantes pueden caminar por los mismos senderos que alguna vez recorrieron los antiguos guerreros y sacerdotes, y admirar las técnicas de construcción que permitieron la creación de un templo directamente sobre la roca del cerro.
Malinalco no solo es conocido por su herencia prehispánica, sino también por su arquitectura colonial, de la cual destaca el complejo conventual de la Capilla de Santa Mónica, el Templo del Divino Salvador y el Ex Convento de la Transfiguración. Estos edificios religiosos, ubicados en el corazón del pueblo, son testigos del paso de los siglos y reflejan la influencia española en la región.
El Ex Convento de la Transfiguración es particularmente impresionante. Este edificio de grandes proporciones cuenta con un patio amplio rodeado por elegantes arcos, una característica distintiva de la arquitectura novohispana. Además, los techos y paredes del convento están decorados con frescos que datan de la época colonial, donde se aprecian complejas formas vegetales que reflejan la habilidad de los artistas locales.
El convento fue un centro religioso importante durante la época virreinal, y hoy en día sigue siendo un espacio de gran valor histórico y cultural. Los visitantes pueden recorrer sus amplias galerías, admirar la belleza de sus frescos y sentir la serenidad que emana de sus muros centenarios. Además, el templo y la capilla que forman parte del complejo siguen siendo puntos de reunión para la comunidad local, especialmente durante las festividades religiosas.
Aunque el sitio arqueológico y el convento son los dos principales atractivos turísticos de Malinalco, el pueblo ofrece mucho más para quienes buscan explorar a fondo la región. El Museo Universitario Dr. Luis Mario Schneider es un excelente lugar para aprender más sobre la historia del lugar, con exhibiciones que abarcan desde la época prehispánica hasta el periodo colonial.
Para quienes disfrutan de la naturaleza, Malinalco también es un destino ideal para actividades al aire libre. Los alrededores del pueblo cuentan con diversos senderos que permiten a los visitantes adentrarse en los paisajes montañosos de la región, ideales para el senderismo o simplemente para disfrutar de un paseo en contacto con la naturaleza. Además, la región es conocida por sus abundantes manantiales y cascadas, muchos de los cuales se encuentran en las inmediaciones y son accesibles para los visitantes.