Las haciendas henequeneras (plantaciones de henequén) en el estado de Yucatán surgieron por primera vez en el siglo XVII como ranchos ganaderos propiedad de una familia, centros agrícolas e industriales que producían productos para la exportación, antes de producir henequén posteriormente. El henequén es un tipo de planta de agave que crece en la región de Yucatán, fue descubierto y cultivado por los pueblos indígenas mayas en la región oriental de la península del estado. Las hojas de la planta de henequén son utilizadas para fabricar cuerdas o cordeles. Cuando los españoles llegaron a Yucatán cambiaron el nombre de la fibra a “agave sisal”, mecanizaron el proceso de producción y comenzaron a exportarlo sisal a otras partes del mundo.
El agave sisal ya era un importante producto de exportación en la década de 1800, pero nunca a gran escala debido a la falta de maquinaria de trituración. La invención de las máquinas trituradoras a finales del siglo XIX revolucionó el procesamiento del henequén, y condujo a un auge de prosperidad en la región que rodea a Mérida. Como resultado de las fortunas obtenidas del procesamiento y exportación del henequén a finales del siglo XIX y principios del XX, las haciendas en Yucatán se convirtieron en un símbolo de riqueza y cultura en la región, y el agave sisal fue apodado “el oro verde”. Fue también en esta época que los dueños de plantaciones comenzaron a construir extravagantes casas y mansiones a lo largo del Paseo de Montejo en Mérida.
Hoy en día, las haciendas de Yucatán se encuentran en diversas etapas de restauración. Algunas han sido transformadas en viviendas particulares y están cerradas al público, mientras que otras han sido completamente renovadas y transformadas en hoteles boutique y spas de lujo, casas que se rentan para las vacaciones, restaurantes y espacios para eventos.Algunas de las haciendas más conocidas de la región convertidas en hoteles y spas de lujo son las haciendas Santa Cruz, Misne y Nophat. Las haciendas Petac y Sac Chic han sido transformadas en casas que se rentan para las vacaciones, y las haciendas Yaxcopoil y Ochil actualmente albergan talleres restaurados, mobiliario antiguo, museos en el sitio y casas de huéspedes que ofrecen una autentica experiencia de un pueblo pequeño. No podemos dejar de visitar la Hacienda Chichen, un hotel de lujo, spa y reserva natural situado cerca del sitio arqueológico de Chichén Itzá. Es la hacienda más antigua de Yucatán.