En un inicio la ballena parecía estar muerta, tras dar señales de vida, Fishbach decide entrar al agua para tratar de ayudarla.
Tras asesorar la situación y pedir ayuda, las personas en el bote se dan cuenta que no hay tiempo que perder, que el animal parece estar muy cansado y que si no actuaban pronto probablemente moriría. Con la ayuda de un cuchillo comienzan a cortar la red de nylon para liberar a la ballena, el proceso les llevó casi dos horas, liberando sus aletas y cola, hasta que la ballena puede