El litoral encantado, además de contar con cálidas playas, también tiene reservas naturales que albergan una variedad de flora y fauna, única en el mundo; un paraíso para los amantes del turismo de aventura y el ecoturismo.
Aquí se camina, se pasea en bicicleta, se practica tablavela, kayak, pesca deportiva y se disfruta de los manjares del día, frescos y adornados con imaginación y el punto exacto del sabor del que conoce las delicias del mar. Aquí también se siente la energía de un mundo natural que por las tardes se arrulla con las puestas de sol y el canto de miles de pájaros que desde árboles y manglares, reciben las noches estrelladas. CelestúnUn puerto lleno de misterio, donde conviven las especies más exóticas de la geografía yucateca, como el flamenco rosa que ofrece un espectáculo en sus peculiares vuelos rasantes y que se produce naturalmente en el estero, después de largos viajes por la costa del oriente.
Celestún ofrece al visitante la oportunidad de mitigar el calor en las dulces y frescas aguas que emanan de los “ojos de agua”, escondidos en los túneles naturales que se forman con las ramas del mangle, y donde se llega en botes manejados por lugareños, que ofrecen recorridos amenizados por historias que hilvanan como sus tarrayas de pesca. Nada mejor que pasear por toad la ría que nos lleva a su espectacular encuentro con el mar, no sin antes conocer el “Tampetén” o bosque petrificado. En el corazón del puerto, una playa de belleza incomparable y una exquisita variedad de mariscos y pescado fresco, es el pretexto perfecto para pasarse más de un día de Celestún. El PalmarEs el nombre de una de las más importantes reservas ecológicas, ya que alberga una fascinante flora y fauna y es un destino ideal para la practica del ecoturismo.
Otro importante atractivo es su enorme faro, considerado el de mayor altura del estado. Dzílam de BravoEs otro lugar que ofrece al visitante bellos paisajes donde pueden organizarse paseos en lancha para admirar los esteros rodeados de manglares que albergan numerosas aves acuáticas, así como disfrutar el ojo de agua dulce en medio del océano.
San FelipeEs sin duda un pintoresco puerto de pescadores, formado por rústicas casas de madera.
Allí usted podrá caminar por el malecón a lo largo del estero, donde es posible admirar la belleza de la vegetación. Río LagartosUbicado casi al final del litoral encantado, Río Lagartos abarca también puertos de El Cuyo y las Coloradas.
Conservando el carácter eminentemente ecológico de la zona, ahí podrá visitar estas reservas naturales bajo protección, en donde se unen las aguas dulces de las lluvias con el agua salina del mar para crear hábitat de animales y plantas propios de la región como el venado de cola blanca, el lagarto, el faisán, y cientos de especies de aves que son el deleite de los que practican su observación.Sin duda, quedará cautivado por la belleza y magia natural de Yucatán, espacio para el reencuentro con la naturaleza y un regalo para la vista y el corazón… Celestún se localiza a sólo 109 km de la ciudad de Mérida.
Cuenta con un parador turístico además de hoteles, restaurantes, gasolinera y teléfono.El Palmar, se ubica a 31 km al norte de Celestún por un camino costero de terracería.
Dzílam de Bravo, se encuentra a 105 km de la ciudad de Mérida.
Se pueden contratar lanchas para pasear por la reserva.San Felipe, se ubica a 226 km de la ciudad de Mérida.
Tiene hoteles para albergar al turista que disfruta del ecoturismoRío Lagartos, se localiza a 222 km de la ciudad de Mérida.
Sitio ideal para practicar el ecoturismo. Cuenta con servicios de hotelería, restaurantes de buena comida a base de mariscos y paseos en lancha.En todos los sitios encontrará tours donde podrá recorrer los puntos de mayor interés de cada lugar; visitar el hábitat de los flamencos y aves migratorias, o adentrarse a los manglares para observar magníficos ejemplares como cocodrilos, halcones, y mapaches.
También podrá ir de pesca durante el día o simplemente continuar la aventura con kayaks y bicicletas.