Después de seis semanas de viaje, su vida cambió por completo Cuando tenía 18 años, Sarah Peterson creía que si ganaba 15 dólares por hora, todo estaría perfecto En ese entonces, apenas estaba iniciando la universidad y trabaja para ganarse la carrera (ganaba 12 dólares la hora) y no se imaginaba que ocho años más tarde ganaría cuatro veces más en un trabajo increíble con una oficina soñada.

Así que en ese entonces, viajar no estaba dentro de sus planes. “Si me hubieras dicho que iba a tener no sólo los fondos, sino libertad de viajar, habría pensado que estabas loco”, afirmó Sarah. Sin embargo, en febrero de 2015, todo dio un giro inesperado. Cumplió 26 años, puso fin a su trabajo y subió a un avión con un pasaje de ida a Europa. ¿Cómo y por qué lo hizo? Ella es Sarah y así fue cómo lo hizo: 1. Crecieron sus ingresos

Sarah sabía muy bien que tener ingresos extras era una de las maneras más prácticas para encontrar libertad financiera y profesional, así que comenzó a hacer dinero con un blog que creó hace cuatro años.

Sin embargo, no creía necesitar más que eso. Pero después sucedió algo. Se sintió poco satisfecha con su carrera y sintió que quería viajar. Empezó a hacer más dinero con un negocio en Etsy y lo que ganaba superó sus expectativas monetarias. Los ingresos no fueron una excusa, pues entendió que hay infinitas formas de hacer dinero extra por más difícil que parezca. Ella lo hizo. 2. Hizo algunos sacrificios monetarios

Cuando decidió que quería dejar su trabajo para viajar, aceptó que tenía que hacer algunos sacrificios para lograrlo.

Fue mucho más cuidadosa con sus gastos. Con su esposo, ya no salían tanto y comían más a menudo en la casa. Además, manejaban los gastos de otra forma para que las cuentas bajaran sustancialmente. A pesar de tener una hipoteca (que no se fue cuando ella se fue), sus ahorros aumentaron considerablemente. 3. Hizo un plan B

No lo necesitó, pero igual era importante.

Sarah sabía que sin importar la valentía, cualquier persona tiembla de miedo al dejar su estabilidad. De hecho, ella se imaginó las más horribles situaciones al hacerlo y por eso mismo creó un plan B. Siempre tuvo presente que lo peor que podía pasar, era tener que conseguir otro trabajo en su campo profesional. Y ese plan tuvo que ver precisamente con eso. Con armar una estrategia que le permitiera, en caso de fracasar, manejar la situación. 4. Pensó en el futuro

Cuando dejó su empleo tuvo algo muy claro: al volver de su viaje quería viajar más que antes y necesitaba más flexibilidad en su trabajo.

Para preparase, empezó a crear un negocio que le permitiera desarrollarse como nómada digital mientras trabaja haciendo lo que más amaba. Aunque hubiera podido volver del viaje (que duró sólo seis semanas) y simplemente buscar un trabajo común y corriente, no lo hizo. Esto no ocurrió porque la experiencia se trataba precisamente de tomar la carrera en sus manos y decidir cuándo y cómo quería trabajar, manteniendo un estilo de vida libre. De todo esto aprendió algo que parece obvio pero no lo es para muchos: lo más lindo de internet es que empodera a cualquiera y da acceso a muchos para perseguir lo que más aman.