Influenciado por los estilos de moda en Europa y Estados Unidos, Boari diseñó la fachada retomando los ejemplos arquitectónicos de la época; desde el Romanticismo, hasta el Neoclásico, pasando por el Art Decó y el Art Nouveau, Bellas Artes se convirtió en una construcción ecléctica cuyo exterior se distingue por las líneas onduladas y asimétricas, de las que resaltan las esculturas y los relieves que rememoran a las figuras clásicas.
Sin embargo, con el objeto de “mexicanizar” la decoración, se esculpieron en la portada elementos prehispánicos como cabezas de jaguar, guerreros águila, coyotes y serpientes, parecidos a los utilizados en el arte mexica.Así, con la participación de diversos artistas nacionales e internacionales -como André Allar, Paul Gasq, Leonardo Bistolfi, Géza Maroti y G.
Fiorenzo- se dio vida a un magnífico conjunto escultórico. De éste, destacan los pegasos que resguardan la plaza central y el altorrelieve de “La Sinfonía” en la fachada principal, los cuales, entre columnas corintias, esculturas de bronce y balcones con hierro forjado, conforman una de las mayores manifestaciones de la arquitectura mexicana ¡que compite, en belleza y grandiosidad, con cualquier construcción del mundo!