El crisol de la Colonia Condesa se dio en los inicios del siglo XX, cuando se comenzó el fraccionamiento de una zona al norte de la hacienda.
Ese sitio se ubicaba entre la colonia Roma, el viejo casco de Santa María del Arenal y el bello acueducto de Chapultepec. Allí también se localizaba la avenida de fresnos colosales, que fuera la semilla de la Avenida Oaxaca. Por otra parte, en el edificio donde hoy en día se encuentra el centro cultural Casa del Lago, en los inicios del siglo anterior, tenía su sede el Jockey Club de México. Este grupo construyó un hipódromo que estuvo en operaciones hasta la década de los veinte. Además, el casco de la hacienda de Santa María paso a poder de la Familia Escandón, quien modificó de manera radical su proyección arquitectónica original. En nuestros días, allí se localiza la embajada de Rusia en nuestro país. Todo lo anterior es una muestra de cómo se fue desarrollando La Condesa, en sus espacios más representativos. El área de La Condesa fue adornada con grandes camellones y boulevares, muchas fuentes y dos parques de notables dimensiones, como los son el Parque España y el Parque México. Este último, en sus orígenes, llevaba por nombre General San Martín. Una característica definitoria de la actual proyección urbana de la Colonia Condesa, es que, en sus primeras etapas, se respetó el trazo delineado por el antiguo hipódromo, con su forma elíptica. Este detalle derivó en que, el espacio destinado para las áreas verdes de La Condesa, fuera de un 40 por ciento con respecto al total. Por ello, en su momento, fue la zona más atrayente para habitar en la Ciudad de México. Desde que fuera fundada, en 1927, La Condesa fue el sitio predilecto de la clase media capitalina, así como también, de varias comunidades extranjeras asentadas en la Ciudad de México. De entre estas últimas, hay que mencionar a la inglesa, la judía, la alemana, la española y la argentina.