Se sabe que la raza canina denominada como Chihuahua es originaria de la parte del mundo que ocupa la República Mexicana.
Los antecedentes más remotos de esta variedad canina datan de hace mucho tiempo. Los ancestros del perro Chihuaua, los canes llamados “techichi”, tienen una antigüedad mayor que la propia cultura tolteca, una de las más importantes en el ámbito Mesoamericano.
Los indígenas toltecas criaban a los perros techichi. Cuando la cultura tolteca fue conquistada por los aztecas en cierto momento del siglo XII, buscaron convertir a estos canes en una raza más pequeña y liviana.
El emperador azteca Moctezuma consideraba a sus perros techichi como un autentico tesoro. Siglos después, en el año 1800, los estadounidenses conocieron a estos diminutos perros en el territorio actual de Chihuahua y eso justamente hizo que se le diera esa denominación a su raza.
El primer perro Chihuahua que fue registrado por el American Kennel Club fue uno llamado Beppie y eso aconteció en 1908.
El Chihuahua es una de las razas de mayor antigüedad en todo el continente. También se le conoce como el perro más pequeño del planeta. Y aunque hay distintas explicaciones acerca del origen de esta clase de perros, todas ellas señalan hacia México de un modo u otro.
Este singular can, el cual se ha ganado el afecto de los aficionados a las mascotas desde hace mucho tiempo, en especial por su tamaño compacto, tiene un carácter fuerte y de gran tendencia defensiva.
Acerca de los orígenes mexicanos de la raza Chihuahua cabe señalar que han sido halladas representaciones de este can grabadas en roca en yacimientos precolombinos.
De la misma manera, han sido descubiertas estatuas de esta variedad canina en el sitio prehispánico de Cholula, en el estado de Puebla.
Este último hallazgo puede ser una referencia de que el antecesor del perro Chihuahua fue usado para realizar algunos rituales religiosos en el México Precolombino.
Se considera que los ejemplares más antiguos del perro techichi habitaban en estado silvestre en el actual estado de Chihuahua y que posteriormente fueron criados por los moradores de la zona en los comienzos del siglo XVI.
Paulatinamente la raza Chihuahua se fue expandiendo por los diferentes pueblos del México Prehispánico gracias al comercio.
El perro Chihuahua es un animal muy apegado a su clan, por lo cual tiene una tendencia a compartir más su espacio cotidiano con otros ejemplares de su raza que con otras personas o animales.
Además, es un animal de gran astucia y talante juguetón. Tal y como sucede con otras razas caninas es un perro bastante leal, que gusta pasar el tiempo con su grupo familiar.
Para las familias con niños deben de tener presente que el chihuahua es un can un poco frágil, por lo cual se debe hacer entender a los pequeños esta situación.
Cuando jueguen con el perro Chihuahua deben de interactuar con él, de manera que no lo lastimen.
Se trata de un animal de cuerpo compacto y cabeza redondeada, misma que hace evocar a una manzana. Tiene un cuerpo musculoso y reducido, con extremidades bastante delgadas. Las orejas del perro Chihuahua son grandes y bastante erguidas.
Por lo que se refiere al color se los puede hallar de variados tamaños. El pelaje de este can es de dos tipos principales: algunos Chihuahua tienen una capa de pelo undulado y largo, mientras que otros ejemplares tienen el pelaje de apretada trama, brillante y sumamente corto.
El perro Chihuahua es una de las razas caninas más pequeñas del orbe. Tiene ese nombre como referencia a la entidad de mayor tamaño en el territorio nacional. Se sabe que hace mucho tiempo habitó allí en condiciones silvestres y que indígenas de la zona, etnia que habitó en los tiempos de los toltecas, capturaron a ejemplares de la raza en cuestión para domesticarla.
Es interesante saber que se han hallado figurillas de un can pequeño llamado “Teichichi” en el yacimiento arqueológico de Tula, Hidalgo. Las características del Teichichi eran muy parecidas a las del actual perro Chihuahua. Este último es un animal de silueta elegante y tiene un modo de ser energético y de acelerados movimientos.
Por lo demás, el Chihuahua es un perro bastante noble y establece vínculos emocionales intensos hacia uno o dos individuos. Quienes tienen pensado adoptar un can de esta raza deben saber que estos animales no tienen una noción de su diminuto tamaño. Es por ello que pueden demostrar una gran agresividad ante perros de mayor tamaño, además de ser bastante protectores hacia las personas que los cuidan.
Animales capaces de gran lealtad suelen mostrar desconfianza ante los extraños que arriban a su casa, en tanto que los chihuahua consideran tal espacio como su dominio. Las anteriores características hacen de los perros de esta raza unos excelentes guardianes, aunque no por supuesto, canes de protección.
El chihuahua es un animal que precisa abundante contacto humano, caricias, tocamientos y atenciones en general. Cuando el animal no obtiene ello usará distintas estrategias para conseguir la atención de las personas que lo rodean.
Tomando en cuenta que los chihuahua son perros bastante leales y de dulce temperamento, estos canes son perfectas mascotas para personas que viven en solitario, para gente de avanzada edad, para quienes tienen algún problema físico y para quienes son un tanto introvertidos.
Finalmente, debemos mencionar que los chihuahua son una excelente raza para habitar en la ciudad, o bien, ideal para que aquellas personas que no tienen demasiado tiempo para sacar de paseo a sus mascotas con gran frecuencia. Esta clase de perro se siente feliz permaneciendo en un departamento, siempre que encuentren con qué entretenerse y zonas para realizar exploraciones.
Por lo que se refiere al baño del perro chihuahua, es aconsejable bañarlo una vez al mes empleando para ello un champú canino.