El estado de Oaxaca, conocido por su riqueza cultural y arqueológica, alberga uno de los tesoros más fascinantes de la región: la zona arqueológica de Mitla.
Ubicada a 40 kilómetros de la capital del estado, Mitla es un lugar cargado de historia y misterio, donde los vestigios de una civilización antigua nos transportan a tiempos pasados llenos de esplendor y poder.
El nombre de Mitla, que puede traducirse como "Lugar de muertos" en náhuatl, "lugar de descanso" en zapoteco y "Lugar de muertos" en mixteco, evoca la enigmática atmósfera que rodea a este sitio arqueológico.
Durante su apogeo, Mitla se convirtió en el centro de poder para los Zapotecas después de la desaparición de Monte Albán, y aunque ahora solo quedan vestigios, estos ofrecen una visión fascinante de una arquitectura impresionante.
La zona arqueológica de Mitla se compone de cinco conjuntos, cada uno dividido en grupos que incluyen el Grupo del Norte, el Grupo de las Columnas, el Grupo de Adobe o del Calvario, el Grupo del Arroyo y el Grupo del Sur. Investigaciones han revelado que debajo de las decoraciones mixtecas se han descubierto cimientos zapotecos, lo que sugiere una historia compleja y multifacética.
Además de su importancia arqueológica, Mitla también ofrece una serie de ornamentos impresionantes que despiertan la imaginación y la creatividad de los visitantes. Desde sus intrincados diseños hasta sus grabados en piedra, cada detalle cuenta una historia única y nos invita a reflexionar sobre el pasado y el legado de las civilizaciones que habitaron esta tierra hace siglos.
Sin embargo, Mitla no es solo un destino arqueológico; también es un lugar vibrante donde la cultura y la tradición se entrelazan en cada rincón.
A pocos pasos de la zona arqueológica se encuentra la población de San Pablo Villa de Mitla, donde los visitantes pueden explorar una variedad de artesanías típicas de la región, especialmente textiles y telares.
Además, la gastronomía local ofrece una deliciosa variedad de platillos, incluyendo el tradicional chocolate con agua, mole negro y mezcal, que deleitarán los paladares más exigentes.
Entre los sitios de interés cercanos se encuentran "La Fortaleza" y "Hierve el Agua", que complementan perfectamente una visita a Mitla. Estos lugares ofrecen paisajes impresionantes y oportunidades únicas para la exploración y el descubrimiento.
Para llegar a Mitla desde la ciudad de Oaxaca, los visitantes pueden tomar un autobús que sale cada media hora y llega al destino en aproximadamente 50 minutos o una hora. Una vez en Mitla, es fácil desplazarse hasta la zona arqueológica siguiendo las señales.
Es importante tener en cuenta que la zona arqueológica de Mitla tiene un horario de visita que va desde las 9 de la mañana hasta las 5 de la tarde, con un costo de entrada que puede variar. Además, aquellos que deseen tomar fotografías o videos necesitarán un permiso especial y pueden contratar guías para obtener una experiencia más enriquecedora.
En resumen, Mitla ofrece una experiencia única que combina historia, cultura y naturaleza en un solo destino.
Ya sea explorando las ruinas antiguas, disfrutando de la gastronomía local o simplemente paseando por las pintorescas calles del pueblo, cada visita a Mitla es un viaje al pasado que deja una impresión duradera en el corazón y la mente de los viajeros.
Con su rica historia y su impresionante arquitectura, Mitla se erige como un destino imprescindible para los amantes de la arqueología y la cultura. Los cinco conjuntos arqueológicos, conocidos como Grupo del Norte, Grupo de las Columnas, Grupo de Adobe o del Calvario, Grupo del Arroyo y Grupo del Sur, ofrecen una mirada fascinante a la civilización zapoteca y mixteca que una vez dominó la región.
A través de diversas investigaciones, se han descubierto cimientos zapotecos debajo de las decoraciones mixtecas, lo que evidencia la rica historia y la evolución cultural de Mitla a lo largo del tiempo.
Además de la zona arqueológica, los visitantes pueden explorar los alrededores, donde se encuentran lugares de interés como "La Fortaleza" y "Hierve el Agua". Estos sitios complementan la experiencia turística al ofrecer una visión más completa de la región y su patrimonio natural.
Al visitar Mitla, también es recomendable explorar la cercana población de San Pablo Villa de Mitla, donde se pueden encontrar artesanías típicas de la región, especialmente textiles y telares, por los que el pueblo es conocido.
Además, los visitantes pueden disfrutar de la deliciosa gastronomía oaxaqueña, que incluye platos tradicionales como el mole negro, el chocolate con agua y el mezcal, entre otros manjares locales.
Los aficionados a la historia y la cultura pueden explorar sitios como el Templo de San Pablo, construido sobre una plataforma prehispánica, o el cerro del Guirui, donde se han descubierto restos de una fortaleza prehispánica y una tumba antigua.
El museo Frisell también es una parada interesante, ya que exhibe piezas prehispánicas que muestran la evolución del arte zapoteco y mixteco.
Para llegar a Mitla desde la ciudad de Oaxaca, se pueden tomar autobuses que salen cada media hora desde la estación de autobuses. El viaje dura aproximadamente 50 minutos o una hora, y los autobuses dejan a los pasajeros en Mitla, desde donde se puede llegar fácilmente caminando al sitio arqueológico siguiendo las señales.
Es importante tener en cuenta que la zona arqueológica de Mitla tiene un horario de visita establecido, generalmente de 9 de la mañana a 5 de la tarde. Se cobra una tarifa de entrada, y hay un costo adicional si se desea llevar una cámara de video o un trípode.
Los visitantes también tienen la opción de contratar guías para obtener una explicación más detallada de la historia y la arquitectura del lugar, aunque esto conlleva un costo adicional.
Sin embargo, los domingos la entrada es gratuita para los mexicanos.
Así pues, Mitla ofrece una experiencia enriquecedora para los viajeros interesados en la historia, la cultura y la arqueología. Con su fascinante patrimonio arqueológico, sus encantadores pueblos cercanos y su deliciosa gastronomía, este destino promete dejar una impresión duradera en todos aquellos que lo visiten.