La antigua capital del imperio tolteca, la ciudad de Tula, vivió su momento dorado en el periodo comprendido entre los años 900 y 1100 d.
C. Esta urbe prehispánica se caracterizó por sus bien definidos espacios y áreas públicas. En esta planeación se hacen patentes las áreas destinadas al tránsito de los habitantes del lugar, construcciones para rendir honores a los dioses, recintos administrativos, lugares habitacionales, barrios y sitios para la producción de distintos objetos y herramientas. De entre las edificaciones de Tula, destacan el formidable templo de Tlahuizcalpantecuhtli, el cual se proyecta como la victoria de la luz sobre las tinieblas; el Palacio Quemado y el Juego de Pelota. También imperdible resulta el Muro de las Culebras o Coatepantli, entre otras cosas, por sus relieves de piedras multicolores, y la gran Pirámide del Sol. Qué visitar en el sitio arqueológico de TulaEl mencionado Juego de Pelota es un excelente punto de inicio para explorar esta famosa área prehispánica.
Es una construcción que tiene forma de I y sus dimensiones son de 67 metros de largo por 12.5 metros de ancho. El nivel donde se extiende la cancha, es más bajo que el de las plataformas que se localizan en el exterior del edificio. La estructura cuenta con escaleras laterales y centrales, para el fácil acceso del público a la plataforma más elevada, desde donde podía observarse el juego perfectamente.Otro de los edificios más representativos de Tula es la pirámide B.
En el pasado estuvo cubierta de lápidas esculpidas con relieves de águilas, coyotes y jaguares, en actitud de devorar corazones humanos. También contaba con representaciones de Quetzalcóatl. Varias de ellas aún yacen en su ubicación original, en las zonas oriente y norte de la sección inferior de la construcción. En los tiempos prehispánicos los célebres atlantes, con sus 4,60 metros de altura, no se hallaban a la vista de los habitantes de Tula, sino más bien en el interior del templo que se ubicaba en lo más alto de la pirámide y sostenían el techo del lugar. Cada uno de estos colosos evoca a un guerrero espléndidamente ataviado, portando un tocado que representa una banda de estrellas con remate de plumas, sujeto a la nuca con un pequeño nudo. Los atlantes completan su vestimenta con orejeras rectangulares y un pectoral con silueta de mariposa. El cinturón que llevan, con un broche y una gran hebilla, casi seguramente representan el sol como si fuera un rostro humano. Cómo llegar al sitio arqueológico de TulaPartiendo desde la Ciudad de México hay que arribar a Xalostoc y luego proseguir por la carretera 35D hasta el entronque con San Cristobal.
Acto seguido, se continúa a través del circuito mexiquense y la carretera 57D hasta la población de Tepeji del Río. Por último se sigue la carretera 57 al entronque Ojo de Agua, y se avanza por la carretera número 30 a Tula. Información acerca del sitio arqueológico de TulaLa pirámide C es la estructura de mayor tamaño en este yacimiento prehispánico.
Sin duda se trató de una edificación con fines religiosos. Está integrada por un conjunto de cuerpos escalonados parecidos a los de la pirámide B y se conjetura, que estuvo recubierta con tableros esculpidos y otros tantos atlantes en la zona posterior. Cuando fue excavada la pirámide C, fue hallada en esta estructura una losa esculpida con grabados relacionados con el planeta Venus. Esto último alude al culto a Quetzalcóatl, en su imagen de Tlahuizcalpantecuhtli, cuyo significado es el de "estrella de la mañana". Actividades a realizar en el sitio arqueológico de TulaOtros edificios imperdibles para quien visite el sitio arqueológico de Tula, son el Palacio Quemado, la cual fue en su momento una sala de consejo para los señores del lugar; el Coatepantli, el cual integraba un muro de serpientes y que al parecer inspiró a los mexicas para construcciones parecidas, y el Adoratorio, una plataforma que llegó a tener 8.
5 metros de lado, y que poseía bases de talud.También interesante es el Museo de Sitio, el cual se localiza a un costado de la entrada al sitio arqueológico.
Este recinto museístico se divide en secciones diferentes, que abordan distintos aspectos de la vida social y política de los toltecas.