Exitoso en grado sumo, por sus excelentes resultados en años recientes, ha sido el programa de promoción turística Pueblos Mágicos de México.

En el 2015 prosiguió esta tendencia tan positiva para beneficio de aquellas personas interesadas en conocer los mejores destinos turísticos de la nación. Los Pueblos Mágicos son comunidades que en muchos casos han sido escenarios de importantes acontecimientos en la historia mexicana o que cuentan con leyendas, tradiciones y costumbres que llenan de encanto su cotidianidad. La declaratoria de Pueblos Mágicos de México en el 2015 y en el 2016 y desde que fue implementada en el 2001, ha sido una vía excelente para exaltar el rico folclor nacional y el enorme potencial turístico de nuestro territorio.

El programa Pueblos Mágicos fue creado por la Secretaria de Turismo del Gobierno Federal para promover los valores turísticos de ciertas localidades mexicanas.

Se perfila como un reconocimiento a aquellas comunidades que han sabido conservar su considerable riqueza histórica y cultural. De entre las cualidades que ostentan estos hermosos lugares para ser reconocidos como Pueblos Mágicos sobresalen los siguientes: estar localizados en áreas próximas a lugares turísticos o ciudades importantes, contar con sencillos accesos por carretera y ostentar destacados valores culturales, religiosos o históricos.

Ya sea desde hace más de una década que surgieron, en el 2016 o en el 2015, los Pueblos Mágicos de México tienen como denominador común contar con una gran relevancia social, cultural e histórica.

Las tradiciones y costumbres que se cultivan en los Pueblos Mágicos han permeado ininterrumpidamente el ritmo de vida que se sigue en ellos. Eso integra otro de los grandes atractivos que ofrecen a los miles de visitantes que reciben de manera regular.

Colores, aromas, sabores y numerosos detalles pintorescos forman parte del hechizo que se desprende de los Pueblos Mágicos de México.

2015 y 2016 han sido años sumamente destacados en cuanto al número de visitantes que han recibido estas destacadas comunidades, lo cual las ha posicionado en los primeros lugares del mapa turístico nacional. Otro de los renglones más positivos relacionados con los Pueblos Mágicos ha sido el modo en el que han involucrado al gobierno y la población en general para ofrecer la mejor hospitalidad a los visitantes, independientemente si son viajeros nacionales o procedentes de otras naciones.

Algunas de las poblaciones que ostentan el prestigioso galardón de Pueblos Mágicos de México son las siguientes: Mexcaltitán en Nayarit; Huasca de Ocampo en Hidalgo; Real de Catorce en San Luis Potosí; Tepoztlán en Morelos; Taxco en Guerrero; Tepotzotlán en el Estado de México; Tapalpa en Jalisco; Comala en Colima; Pátzcuaro en Michoacán; Dolores Hidalgo en Guanajuato; San Miguel de Allende en Guanajuato; Ciudad de Cuetzalan en Puebla; Izamal en Yucatán; Tequila en Jalisco; San Cristóbal de las Casas en Chiapas; Real del Monte en Hidalgo; Parras de la Fuente en Coahuila; Valle de Bravo en el Continuar leyendo>> Estado de México; Mazamitla en Jalisco; Álamos en Sonora; Tlalpujahua en Michoacán; Cosalá en Sinaloa; Bernal en Querétaro; Coatepec en Veracruz; Papantla en Veracruz; Asientos en Aguascalientes; Cuitzeo en Michoacán; Santiago en Nuevo León; Todos Santos en Baja California Sur; Bacalar en Quintana Roo; Jerez de García Salinas en Zacatecas; Huamantla en Tlaxcala; Mier en Tamaulipas; Creel en Chihuahua; Capulalpam de Méndez en Oaxaca y Tula en Hidalgo.

Los propósitos que impulsaron el desarrollo del programa de los Pueblos Mágicos de México 2015 y desde su creación en el año 2001 son los siguientes: proporcionar a los visitantes una oferta turística diversa y complementaria en el interior de la República Mexicana y con lugares de enorme atractivo histórico y cultural, promocionar las creaciones artesanales, festividades típicas y tradiciones culinarias de las regiones donde se localizan estas selectas comunidades, y también fomentar productos turísticos como los deportes extremos, la pesca deportiva y el ecoturismo.

Los Pueblos Mágicos han sido eficaces para efectos de reforzar, consolidar y revalorar las atracciones turísticas de nuestro país.

Se proyectan como frescas alternativas para los visitantes en el entorno mexicano, en un sector tan demandante y competitivo a nivel internacional como el turístico. También han estimulado a los habitantes de esas comunidades para que preserven sus costumbres y se sientan orgullosos por los abundantes valores culturales e históricos de su entorno cotidiano.