México es un país lleno de contrastes y matices que se reflejan en sus pequeños poblados y ciudades, donde la riqueza cultural e histórica se mantiene viva a través de sus tradiciones, costumbres y su gente. Estos rincones conservan la esencia de lo cotidiano, donde los colores vibrantes, los aromas y sabores, y la pasión por lo tradicional se entrelazan para ofrecer una experiencia única a quienes los visitan. Los llamados Pueblos Mágicos son un reconocimiento a esos lugares que, más allá de su belleza arquitectónica y paisajística, preservan la riqueza cultural e histórica de México.
En el estado de Zacatecas, dos de estos lugares se destacan: Jerez de García Salinas y El Teúl de González Ortega, ambos ejemplos de la diversidad cultural e histórica que caracteriza a esta región del país.
Ubicado en un fértil valle agrícola, Jerez de García Salinas es una joya de la provincia mexicana. Este tranquilo pueblo, conocido por ser la cuna del poeta Ramón López Velarde, fue el primer Pueblo Mágico de Zacatecas, obtenido en 2007. Su nombre proviene de un vocablo árabe que significa "lugar donde abundan los pastizales", un indicio de su rica historia que data de la segunda mitad del siglo XVI.
Jerez no solo destaca por su historia y su ubicación enmarcada por la belleza natural de la Sierra de Cardos, sino también por su arquitectura colonial, donde conviven estilos góticos, mudéjares y neoclásicos. Entre los principales atractivos turísticos del lugar, se encuentran el Kiosco de la plaza principal, el Teatro Hinojosa, el Santuario y la Parroquia, así como el icónico edificio De la Torre. Los portales de Humboldt, de Inguanzo y el de las Palomas invitan a los visitantes a recorrer sus calles empedradas, mientras que sus viejas casonas con amplios patios recuerdan la opulencia de otros tiempos.
Una de las festividades más importantes de Jerez es la Feria de la Primavera, la cual se celebra desde 1824, iniciando el Sábado de Gloria y extendiéndose durante una semana. Durante estos días, los jerezanos que viven en otras partes del país y en el extranjero regresan para celebrar a la usanza tradicional, montando a caballo y participando en las actividades festivas. Otra celebración relevante es la que tiene lugar en septiembre en honor a la Virgen de la Soledad, patrona del pueblo.
La gastronomía de Jerez también es un punto destacado. Entre sus delicias se encuentran el asado de bodas, los ates de membrillo y manzana, el pinole, los dulces de leche y cocadas, así como los quesos de la región. Además, Jerez es cuna del tamborazo, un estilo de música popular en la región, cuyas melodías como "Los Górgoros" y "La Chirriona" son interpretadas con picardía por los músicos locales.
El Teúl de González Ortega, otro de los pueblos más representativos de Zacatecas, también tiene una rica historia que se remonta a épocas prehispánicas. El nombre "Teúl" proviene de las palabras náhuatl teotl (dios) y tetl (gran piedra redonda), lo que refleja su relación con las antiguas civilizaciones que habitaron la zona. Este lugar fue hogar de los caxcanes, un grupo indígena que llegó hacia la mitad del siglo XII y desplazó a los tecuexes, parientes de los nahoas.
La historia colonial del Teúl comenzó en 1536, cuando Nuño de Guzmán envió a Pedro Almíndez Chirinos a la región. La fundación del pueblo se consolidó con la evangelización de sus habitantes y la designación de San Juan Bautista como patrón del pueblo. Más tarde, en el siglo XIX, el general Jesús González Ortega, una figura importante de la historia mexicana, vivió en el Teúl, lo que llevó a que en 1935 se le añadiera su nombre al del pueblo.
El Teúl es un lugar donde la belleza natural y la arquitectura colonial se fusionan, ofreciendo un ambiente de serenidad y sencillez. Con sus monumentos prehispánicos de gran importancia y su arquitectura colonial bien preservada, este pueblo es un tesoro por descubrir. Además, es el único municipio en todo el país que cuenta con dos Santos Mártires, lo que resalta su relevancia religiosa.
Tanto Jerez como El Teúl son claros ejemplos de la riqueza cultural y arquitectónica que se encuentra en los Pueblos Mágicos de Zacatecas. Estas localidades no solo atraen por su belleza, sino también por la calidez de su gente, quienes mantienen vivas las tradiciones y costumbres de generaciones pasadas. Los visitantes pueden disfrutar de festividades locales, como la Feria de la Primavera en Jerez o las celebraciones religiosas en El Teúl, así como degustar la rica gastronomía regional, que incluye platillos únicos como el asado de bodas o los dulces típicos.
Además de su oferta cultural, estos pueblos ofrecen diversas actividades turísticas para quienes deseen explorar su entorno natural. En Jerez, la Sierra de Cardos es un destino ideal para los amantes de la naturaleza, mientras que en El Teúl, la cercanía a importantes sitios arqueológicos prehispánicos brinda una oportunidad única para conocer más sobre las civilizaciones que habitaron la región.
Con su designación como Pueblos Mágicos, Jerez y El Teúl se han consolidado como destinos turísticos tanto a nivel nacional como internacional, ofreciendo a los visitantes una experiencia auténtica de la provincia mexicana. Estos pueblos, con su arquitectura, tradiciones y riqueza cultural, son verdaderos tesoros que merecen ser descubiertos y disfrutados.