Tlalpujahua en Michoacán y Chignahuapan en Puebla son Pueblos Mágicos que cuentan con numerosos atractivos que los hacen irresistibles, pero comparten algo muy especial: son comunidades destacadas por su producción de esferas navideñas.

Vale la pena conocer cómo llegar a ellos, lo que se puede disfrutar especialmente al visitarlos y prepararse para llevar las más hermosas esferas artesanales a sus hogares.

Las esferas son adornos que no pueden faltar en las decoraciones navideñas de los hogares mexicanos.

Dos son los pueblos mexicanos que sobresalen en la elaboración de esferas navideñas: Tlalpujahua en Michoacán y Chignahuapan en Puebla. En el territorio nacional las esferas navideñas son creadas por medio de una técnica de vidrio soplado muy especial y por la delicadeza y finura con la que se crean, las esferas mexicanas están consideradas como una pieza de arte popular y no solamente bellos objeto artesanales.

Tlalpujahua es una comunidad que fue fundada en 1558, buscando explotar la riqueza minera de la región.

Cuando se agotaron las vetas de metales preciosos Tlalpujahua parecía destinado a convertirse en un pueblo fantasma, pero la producción de esferas encausó de nuevo a la comunidad en el camino de la prosperidad. Con el paso del tiempo ha llegado a ser una población muy atractiva por esta tradición artesanal, pero también por sus atractivos naturales como el cercano Santuario de la Mariposa Monarca. Otras artesanías producidas en Tlalpujahua son los alambroides, esculturas de cantera, cuadros en popote y creaciones de arte plumario, una práctica en vías de desaparición.

Tlalpujahua se ubica a unos 138 km al este de Morelia, capital michoacana.

Para llegar allí, es preciso tomar la autopista núm. 15 con destino a Maravatío y continuar por una carretera estatal que conduce a Tlalpujahua.

Por lo que se refiere a Chignahuapan, es una joya turística del Estado de Puebla.

Se trata de comunidad célebre por sus toros de lidia, sus preciosos balnearios y sus antiguas construcciones sacras. En Chignahuapan destacan atractivos como el Santuario de la Inmaculada Concepción en donde se atesora una estatua de Nuestra Señora de Guadalupe que tiene 12 metros de altura. No menos hermosa es la Parroquia de Santiago Apóstol, con sus antiguos retablos de estilo barroco. De igual manera les aconsejamos conocer la Iglesia de Honguito, denominada así por la imagen de un Cristo Crucificado que se observa en un hongo en estado de petrificación.

Pero lo mejor de Chignahuapan se refiere a su producción de esferas y en la primera semana de noviembre comienza la gran Feria Nacional del Árbol y la Esfera, un evento que sirve para que los fabricantes de esta maravillosa artesanía y otros ornamentos navideños sorprendan a los visitantes con las muchas variaciones que pueden hacer con sus creaciones.

Comprar esferas de Navidad en el Pueblo Mágico de Chignahuapan es una auténtica tradición que nadie se debe perder. Sorprende saber que en esta localidad poblana hay más de un centenar de talleres que han surgido a partir de las enseñanzas ofrecidas por el artesano Rafael Méndez, el propietario del primer centro de elaboración de esferas navideñas que apareció en esta comunidad poblana.

Chignahuapan se ubica a 19 kilómetros al sur de Zacatlán de las Manzanas (otro sitio indispensable para disfrutar del turismo en Puebla) a través de la carretera número 119.