Con respecto a los postres aconsejables de comprar en esta comunidad morelense, tenemos las llamadas tepoznieves.
Este postre tiene antiguas raíces gastronómicas, puesto que el tlatoani de Tepoztlán, el gran Tepuztecatl, inventó un curioso manjar preparado con nieve de montaña. Esta última era envuelta en piel o cuero para trasladarse a un corredor.Posteriormente se le añadía pulque, tejocotes, capulines, limas o distintas frutas fermentadas, mezcladas con jugo de caña y miel.
Para el caso de las actuales tepoznieves, sugerimos comprar las nieves del Chirelo (miel, yogurt, manzana, plátano y fresa) y la de Xicán (plátano combinado con chispas de chocolate). No obstante, allí se sirven nieves de más de 130 sabores diferentes.Otra excelente oportunidad para comprar artesanías y otros productos en el pueblo de Tepoztlán, nos la ofrece el tradicional tianguis que se instala en sus principales calles.
Allí, los turistas podrán admirar y adquirir, llegado el caso, originales creaciones trabajadas en tela, madera, piedras de colores y semillas, con las cuales se les da forma a casitas de pochote, palos de agua, muebles de rústico diseño, los instrumentos musicales de origen prehispánico llamados teponaxtles, collares y pulseras multicolores, figurillas de carrizo, prendas de ropa elaboradas con manta, pinturas realizadas en papel amate, ceras escamadas y joyería de originales diseños.Lo más valioso de todas estas artesanías -y en parte, de los demás productos que pueden comprarse en Tepoztlán-, es que nos dejan conocer la peculiar visión que tienen los habitantes del lugar, con relación a su comunidad, su entorno natural y sus particulares valores.
En general, los tepoztecos tienen una especial sensibilidad para rescatar lo alternativo, detalle que se hace evidente en las muchas tiendas de productos orientales y de enfoque new age, que existen en las calles de esta maravillosa comunidad.De entre los lugares de interés más importantes de Tepoztlán, sobresalen: la Pirámide del Tepozteco, el Ex convento de la Natividad, y el Museo Carlos Pellicer.