Aquí se guarda la memoria sonora de la cultura mexicana y pueden escucharse testimonios de sus creencias, modos de hablar y ritmos que dan forma a la identidad nacional.
Visita la audioteca en donde tendrás acceso a miles de archivos sonoros que incluyen música, discursos políticos, entrevistas y mucho más.Sumérgete en su sala de lectura donde encontrarás cientos de títulos de audiolibros, periódicos y revistas especializadas.
Conoce el jardín sonoro en el cual se presentan obras ambientales y conciertos experimentales.
La fonoteca también cuenta con el mayor acervo de música folclórica del país, además de grabaciones inéditas de grandes compositores mexicanos del siglo XX, como José Alfredo Jiménez o Gonzalo Curiel.En este recinto se encuentra también el acervo musical privado del compositor Chava Flores, considerado un sociólogo, narrador e historiador musical de México.
Pero la fonoteca no sólo ofrece música folclórica y popular, también se extiende a una gran gama de géneros como música ranchera, boleros, tango, vals y hasta rock. Una de las joyas de este recinto es la sala dedicada a las radionovelas y radioteatros, con más de 350 títulos que incluyen títulos tan emblemáticos como Chucho “El Roto”, “Angelitos Negros”, “Juana de Arco” y “El Burócrata”.Entre los tesoros mejor guardados de esta institución podrás escuchar el agradecimiento que el General Porfirio Díaz ofreció a Thomas Alva Edison por haberle obsequiado uno de sus primeros fonógrafos; también podrás escuchar uno de los pocos registros de la voz del muralista Diego Rivera en una entrevista grabada en la década de los cuarenta.
Imperdible.Si buscas una experiencia sonora fuera de un recinto, la opción indiscutible es una visita a la Plaza Garibaldi, referencia indiscutible de la ciudad de México y cuna de la identidad nacional.
Sin importar el paso de los años, esta plaza ubicada en la avenida Eje Central, esquina Calle República de Honduras, en el Centro Histórico, se llena de visitantes que cantan a todo pulmón al ritmo de la música de mariachi.
Tras algunas obras de remodelación la plaza hoy está más viva que nunca y alberga el Museo del Tequila y el Mezcal, inaugurado en 2010 como parte de los festejos del bicentenario de la Independencia.Este museo es un moderno recinto que busca enaltecer la cultura del tequila y el mezcal a través de exposiciones, conferencias, conciertos, presentaciones de destilados mexicanos, gastronomía y otras manifestaciones relacionadas esta bebida.
Esta explanada fue nombrada en 1921 en honor a José “Peppino” Garibaldi, un combatiente de las filas de Gustavo I. Madero durante la revolución mexicana. Antes fue llamada Plazuela del Jardín y El Baratillo, debido a que ahí se establecía un mercado de productos de bajo precio. La plaza Garibaldi es el lugar por excelencia para escuchar música tradicional mexicana. Siéntate en alguno de sus restaurantes, bares y comercios como el afamado Tenampa afamado lugar establecido en 1920.Deléitate con las canciones y los grupos de mariachis que se quedarán despiertos contigo hasta el amanecer.