Una invitación a dejar el miedo.
No eres la única persona en el mundo que le pasa esto.
Hay muchos (conozco a varios), que aunque sueñan con desprenderse de un lugar e ir lejos, no lo hacen. Y no hablo de ir lejos para dormir en cómodos resorts y comer en elegantes restaurantes (pues eso ya lo han hecho). Hablo de ir lejos con una mochila al hombro, hablo de no tener planes muy establecidos, de dormir en hostales baratos, caminar por horas y perderse sin rumbo fijo. Y no es por falta de ganas o recursos. De hecho les encantaría, pero hay una serie de detalles, que no les permiten dar ese gran y maravilloso paso:La vida que tienen es lo suficientemente buena como para arriesgarse a dejarla por algo incierto ¿Para que cambiar esa comodidad por algo que implica esfuerzo y decisiones complejas? Llega un punto en la vida en que algunos creen que no tienen la edad suficiente para dejarlo todo, aventurarse y escapar de la cotidianidad.
Yo, por mi parte no estoy muy segura de eso. Si bien entiendo el argumento, creo que nunca es tarde para darle un giro radical a la vida y no hay mejor forma que irse lejos de casa. Una segunda oportunidad y un nuevo comienzo no es fácil, pero te aseguro que vale la pena.La desconfianza y los nervios le ganan a su interés de explorar el mundo Al crecer nos volvemos inseguros, es normal.
Aquello que antes se ignoraba, pasa a representar un peligro inminente y crees que no vale la pena arriesgarse para enfrentar esos peligros que el mundo nos ofrece. Es lógico pensar esto, pero algunos rincones son mucho más de lo que dicen algunos. Atreverse a romper la inseguridad, significa entender lo que pasa más allá de nuestras narices. Alguno lugares, aunque parezca mentira, son mucho más que secuestros y atracos.Les costaría dejarlos a todos Quizás, la parte más complicada de atreverse a viajar, radica en estar lejos de tus amigos, hermanos, padres.
Y sí, es doloroso. ¿Cómo negarlo? Esas personas que forman parte de nuestra cotidianidad son la base de nuestras acciones diarias, pero irse lejos no implica olvidarlas… ni que nos olviden. Hoy, las posibilidades de comunicación son una opción extraordinaria para sentirse cerca de los que más amamos. Alguno dirán que no es suficiente, y si, tal vez no lo sea, pero arriesgarse a estar lejos de ellos puede traer otras cosas importantes (incluso otros grandes amigos).Consideran que algo que debería ser relajante, es todo lo opuesto “Mochilear” implica dormir en casi cualquier lugar, movilizarse con mucho peso encima y estar incómodo de vez en cuando.
Es cierto y es lógico que que no tengas la energía para atreverte a hacerlo. Contrario a esto prefieres descansar y tomar el sol en la playa. Es muy válido (a todos nos gusta eso), pero luchar contra corriente de un viaje arriesgado trae otro tipo de satisfacciones difíciles de alcanzar de otra forma. Aguantarse ciertas molestias es crecimiento desde todos los puntos de vista.Lo ven más como un esfuerzo en lugar de una experiencia enriquecedora Nadie discute que viajar es un experiencia individual que debe ser disfrutada y no forzada.
Viajar nunca debería ser una obligación ni un castigo, sino todo lo contrario; una libertad, un lujo, un privilegio. Es normal entonces que arriesgarte de esta forma signifique un gran esfuerzo. Desacomodarte para liberarte de una forma radical no es para ti un privilegio, sino precisamente un castigo. Prefieres tener los pies bien plantados en casa. Pero, ¿qué pasa si te atreves a desenterrarlos? Aunque no lo creas, te podrías llevar una gran sorpresa. La mejor de todas.Piénsalo.
A todos nos da miedo, pero créeme… no habrá nada mejor.