La historia de este asentamiento maya -fundado por un personaje de nombre homónimo ("lucero jaguar")- inicia en el año 100 a.C., cuando fue ocupado un territorio de aproximadamente 10 kilómetros cuadrados. En este lugar fue levantado un espacio central sagrado, el cual contaba como protección con tres murallas. Allí habitaban los sacerdotes y gobernadores. Ek Balam llegó a constituirse como una ciudad maya de enorme importancia y riqueza.
La arquitectura de esta ciudad es realmente monumental, con varias estelas, y las vistosas "serpientes jeroglíficas", bellamente labradas en grandes bloques de piedra.
También es importante el juego de pelota y la red de sacbés (antiguos caminos mayas), que comprende un área de 1.8 kilómetros. Los visitantes de Ek Balam quedan maravillados con los adornos que llevan las 45 estructuras de piedra labrada y estuco policromado y modelado, que posee el lugar.
La Acrópolis posee una de las fachadas más hermosas que pueden admirarse en el mundo maya, además de que está considerado como uno de los edificios prehispánicos más grandes del sureste mexicano. En esta parte de Ek Balam fue hallada la tumba de Ukit Kan Lek Tok, uno de los gobernantes que tuvo esta urbe precolombina y eso hace de la Acrópolis la estructura de mayor relevancia en todo el yacimiento.
Ex Balam es una zona prehispánica distinta a todas las demás en el área maya. Tuvo su momento de máxima prosperidad incluso antes que la gran Chichen Itzá. Como atracción adicional, les aconsejamos visitar el cenote Xcanché, el cual se ubica muy próximo a Ek Balam.
Para llegar a este último destino, les sugerimos, desde la ciudad de Mérida, tomar la carretera que conduce a Chichen Itzá y al llegar a Kantunil, proseguir por la carretera que lleva a Valladolid. La distancia total entre Mérida y el sitio arqueológico de Ek Balam, es de 185 kilómetros. (Imagen: http://bit.ly/1hadgLK)