Ciertas referencias históricas, relatan que Susticacán fue fundado por un grupo de indígenas tlaxcaltecas que acompañaban a los conquistadores españoles, en su tentativa por fundar la ciudad de Jerez.
El cometido de estos tlaxcaltecas era mezclarse con los feroces indígenas chichimecas que poblaban esta zona de la Nueva España y persuadirlos para que no se acercaran a Jerez. Como pago por este servicio, se les daría protección y autonomía para gobernarse a sí mismos.Así fue entonces, como surgió Susticacán, en una vasta cañada de la Sierra Madre Occidental, a unos 90 kilómetros de la capital zacatecana.
Susticacán se fue desarrollando en un accidentado paraje, donde diferentes arroyuelos surtían al río central, en un entorno de pinos y bellos paisajes.Ubicado a solo 10 minutos de la ciudad de Jerez, el pueblo de Susticacán se proyecta como cercano y paradójicamente también muy aislado, oculto entre el denso entorno silvestre.
Es una comunidad con una pequeña población, debido a que buena parte de sus habitantes ha emigrado a otros lugares, en busca de trabajo. Pero también tiene que ver con la escasa difusión turística que recibe, aun cuando posee varios e innegables atractivos.Los viajeros que llegan a Susticacán se encuentran con una diminuta localidad, tan apacible, que en tiempos aparenta ser un pueblo fantasma.
Existen algunas tiendas de abarrotes y los habitantes del lugar se dedican al negocio de la construcción, la ganadería y la agricultura.Pero, aun con ello, Susticacán es un sitio que vale la pena visitar, aun si fuera solamente como un paseo corto cuando se recorra Jerez y sus lugares cercanos.
Las viviendas de Susticacán tienen bardas de cantera y rejas que protegen jardines arbolados. El camino que conduce a la escuela local está tapizado de piedras de río y las puertas de los hogares tienen arcos de piedra finamente trabajada. Abundan las macetas rebosantes de flores como bugambilias y rosas.Además en Susticacán hay botes de basura en todas las calles: es una de las comunidades más limpias de estado de Zacatecas.
Los edificios más sobresalientes de Susticacán son la Capilla de San Pedro, construida en 1562, la Capilla de San Antonio en el Chiquigüite, edificada en 1694, y el Templo de la Virgen del Rayo, de 1704.
Otro atractivo del pueblo es su pequeño museo, en donde se atesoran y exhiben desde piezas prehispánicas halladas en la región, como puntillas, huilanches y hachas, hasta objetos de la vida diaria de los lugareños, que ya han dejado de ser utilizables: herramientas, enseres de cocina, equipo agrícola, etc.Por si fuera poco, Susticacán tienen también abundantes zonas para el ecoturismo: grandes formaciones pétreas y áreas boscosas para descansar, practicar el alpinismo o el excursionismo.