Disfrutar de baños de sol durante las vacaciones de verano tiene aspectos positivos y algunos riesgos, por lo anterior, en vísperas del periodo de asueto estival, o ya estando en ese tiempo de descanso, conviene atender algunos consejos como los que les daremos a continuación.

Son prácticos tips para disminuir los riesgos y gozar a plenitud del ambiente del destino deseado.

Por lo que se refiere a lo positivo de asolearse, hay que mencionar lo siguiente: es una práctica excelente para reducir el estrés; incrementa el nivel de vitamina D, lo cual nos previene de sufrir facturas; es conveniente para algunas enfermedades de la piel como el vitíligo, la psoriasis, etc.

En contraparte, tomar el sol en exceso durante las vacaciones de verano tiene aspectos negativos: propicia la aparición de arrugas y manchas de la piel; se vuelve un factor relacionado con el cáncer dermatológico; genera complicaciones en la vista, como cataratas y también es causante de daños en la capa epidérmica.

Por todo lo anterior, durante las vacaciones de verano hay que protegerse del sol de un destino costero, un lugar de montaña y una ciudad diferente especialmente en las horas de mayor intensidad solar.

Para ello les sugerimos lo siguiente: Antes de tomar el sol hacer un peeling tanto en la cara como en el cuerpo Si tienes que depilarte hazlo como mínimo un par de días antes de ir a la playa.

Los primeros 3 ó 4 días no se debe tomar el sol directamente durante más de unos 3-5 minutos.

Se aumentará progresivamente el tiempo de exposición al sol, pero sin sobrepasar las 2 horas seguidas.

Aproximadamente a los diez días de exposición progresiva nuestra piel estará preparada para recibir los baños de sol.

Se debe evitar tomar el sol entre las 12 y las 16 horas y debe utilizarse siempre una crema protectora con el factor adecuado para nuestra piel.

Para tener una mejor protección de la piel y tomar baños de sol sin riesgos excesivos, lo más aconsejable es usar eficaces protectores solares.

En este sentido conviene aplicarse este filtro 30 minutos antes de exponerse a los rayos del sol; aplicarse el filtro cada vez que se deje el agua y después cada dos horas; tras un tiempo prolongado de estarse asoleando hay que secarse bien y utilizar crema hidratante. Es importante usar un mínimo factor de protección 15 y protegerse bien los ojos y los labios.