Para una pareja tener una escapadita romántica nunca va mal para que la llama del amor no se apague.

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es donde poder pasar una velada romántica y disfrutar de lo que ofrece el destino. A continuación, os mostramos diferentes pueblos de México donde poder ir avivar la llama del amor. Bacalar

Este pueblo se encuentra al noroeste de Chetumal, para ser más exactos a 35 kilómetros.

El lugar más conocido de Bacalar es una laguna de color turquesa y con aguas cálidas, llamada la Laguna de los Siete Colores. Cerca de la laguna, hay acogedoras cabañas donde poder hospedarse, qué mejor opción que poder descansar sobre una hamaca mientras disfrutas de las vistas de la laguna, además también se puede explorar los manglares o incluso dar un paseo en kayak.

Otro de los puntos interesantes que ofrece Bacalar es su gastronomía local, como por ejemplo, el rice and beans, los platillos típicos de Yucatán o los huachinango a la brasa.

Huasca de Ocampo

Huasca se encuentra internado en la sierra, a tan sólo 30 kilómetros de Pachuca.

En ella se pueden ver diferentes edificaciones con tejas rojas, este tipo de casas recuerdan a cuando la zona era rica en minas. Este lugar es el perfecto para dar paseos con la pareja por sus bellos paisajes, disfrutando de sus fachadas que recuerdan al viejo oeste, sus aromáticos puestos de pastes o su colorido y folclórico mercado.

También, se puede visitar los prismas basálticos, una curiosa formación de rocas que que es digna de ver.

Por último, no deje de visitar el bosque de las truchas, donde se puede probar este suculento manjar. Xilitla

Ubicada en el corazón de México y formando parte de la húmeda Huasteca Potosina, se encuentra este pueblo rodeado de una abundante vegetación.

En Xilitla se encuentra la última selva del continente americano si se recorre del sur al norte, además también es un poblado donde poder ver casas elegantes.

Este lugar es el perfecto para las parejas amantes de la aventura, ya que ofrece abundantes montañas, cascadas y vegetación.

Pero este lugar se ha dado a conocer, gracias a Las Pozas, el único jardín escultórico surrealista que existe en el mundo.