En un entorno de acantilados y bajo la imponente presencia del cerro de Napateco, aparece la pirámide de Huapalcalco.
El nombre de este lugar significa "casa de la madera". En su mejor momento fue un centro habitacional, religioso y cívico de enorme importancia, y capital del Segundo Imperio Tolteca, antes del surgimiento de la gran Tula. Este sitio prehispánico fue descubierto a mediados donde la década de 1950, por la arqueóloga Florencia Muller. Es un destino excelente para hacer una visita de fin de semana con los amigos, la familia o la pareja.La pirámide de Huapalcalco tiene tres cuerpos y una notable influencia teotihuacana.
Tiene 12 metros de base, 8 metros de altura y numerosos detalles que dejan ver una clara influencia tolteca. También incluye un monolito-altar que muy probablemente fue utilizado para dejar ofrendas. En los cercanos cerros del Huiztle y la llamada mesa de Huapalcalco, se pueden observar diferentes pinturas rupestres de hace unos diez mil años. Estas muestras de arte prehistórico nos ofrecen un valioso testimonio de las formas de vida de los habitantes más antiguos de la región. Las figuras rupestres que les comentamos, representan fenómenos siderales, animales y figuras humanas.Los habitantes de Huapalcalco eran de origen xilanca y olmeca y fueron de las primeras tribus que poblaron la gran mesa central de la cordillera.
Estos antiguos indígenas, se dedicaban a la instrucción militar, las artes y la impartición de justicia.Para alojarse en el marco de un paseo de fin de semana al sitio arqueológico de Huapalcalco, aconsejamos el restaurante ABE, en Hidalgo Poniente 101 en Tulancingo, Hidalgo.
Y para comer, el restaurante Enrique, en donde se sirve cocina mexicana y regional, con platillos como los mixiotes de carnero, la barbacoa y los chinicuiles.Como complemento sugerimos visitar el Museo del Ferrocarrilero y el Museo de El Santo.
Son valiosos espacios culturales en Tulancingo. El primero de ellos está dedicado a la historia de los ferrocarriles en Hidalgo, en especial en los últimos años del siglo XIX y los inicios del siglo XX. El segundo de estos museos, fue creado como un homenaje al famoso luchador Rodolfo Guzmán, El Santo, oriundo de Tulancingo. En este museo se pueden observar fotografías y objetos de esta célebre leyenda de la lucha libre mexicana. Ambos museos se encuentran en Prolongación Morelos s/n y abren de martes a domingo. Visita el sitio prehispánico de Huapalcalco el fin de semana.