En clima frío que impera en el Ajusco, ubicado al sur de la capital mexicana, especialmente en las estaciones de otoño e invierno, es un marco perfecto para contemplar espléndidas edificaciones religiosas del siglo XVII, cuando la iglesia tenía un rol muy importante en todas las dinámicas de vida de los indígenas mexicanos.
La zona del Ajusco se encuentra en la delegación Tlalpan, en la Ciudad de México. En lo que sigue mencionaremos algunos de los templos del Ajusco, que más vale la pena visitar a lo largo del fin de semana. San Pedro de VeronaEn la comunidad de San Pedro Mártir, se localiza un templo para honrar a San Pedro de Verona.
Es una construcción que data del siglo XVIII y cuenta con una sencilla portada, sin ningún recubrimiento o acabado. La iglesia tiene una sola nave, una escultura de madera del siglo XVIII con la figura de San Pedro de Verona y en el altar, un Cristo crucificado de ese mismo periodo. San Andrés TotoltepecAhora tenemos un templo de una sola nave, con su coro y su presbiterio.
Se engalana con un hermoso retablo del siglo XVIII que se conserva en perfectas condiciones. Destaca también una pintura que se encuentra en uno de sus muros, de un autor anónimo, que representa a San Isidro Labrador. San Miguel XicalcoEn el camino hacia el Ajusco, se encuentra esta pequeña comunidad que cuenta con una preciosa capilla del siglo XVII.
Tiene una nave, una escultura que representa al arcángel San Miguel y un Cristo elaborado a base de pasta de caña de maíz. Cuenta además con una sencilla portada y un nicho en donde se levanta una figura en piedra de este mismo arcángel empuñando su espada, una balanza y a sus pies un demonio con alas. Santa Magdalena PetlacalcoEn un pueblo localizado sobre una elevación, se observa un hermoso templo que se construyó en las primeras tres décadas del siglo XVIII, en un terreno bastante áspero.
Es una iglesia de una sola nave y en su altar, de estilo neoclásico, aparece una escultura de madera del siglo XVIII, dedicada a Santa María Magdalena. San Miguel AjuscoUna antigua tradición refiere que el arcángel San Miguel se apareció a los habitantes del lugar en tres eventos distintos.
La iglesia que allí se levanta, fue construida en 1707, aunque ha sido objeto de varias modificaciones, en especial en el siglo XX. Tiene una bella portada trabajada en cantera y en el presbítero una talla de madera del siglo XVIII, en donde se observa al mencionado San Miguel.