Esta población, cubierta por una exuberante vegetación, forma parte de la húmeda Huasteca Potosina, ubicada en el corazón de México. Xilitla es un encantador poblado que alberga elegantes casonas, y al mismo tiempo, a la última selva en el continente americano, que le brindan un equilibrio perfecto entre historia y aventura.
Entre sus calles principales es posible divisar su esencia tropical, que se conjuga con la majestuosidad de una ciudad próspera gracias a las zonas cafetaleras de la región, razón por la que se le llegó a conocer como la "Atenas Huasteca". La sofisticación que se respira en Xilitla es palpable no solo en sus construcciones, sino también en la tradición de sus habitantes.
Por otro lado, sus cascadas, montañas y vegetación abundante lo convierten en el lugar ideal para el turismo de aventura. Sin embargo, la fama y el misticismo que han rodeado a este Pueblo Mágico en los últimos tiempos se deben en buena parte a Las Pozas, el único jardín escultórico surrealista que existe en el mundo y que contempla un espacio de formas caprichosas que dan rienda suelta a la imaginación.
Xilitla no olvida su pasado náhuatl y tének, el cual expone con todo su esplendor en el tianguis dominical, al son del huapango, y con la preparación de los exquisitos zacahuiles, tamales de hasta dos metros de longitud, ideales para compartir.
Antiguamente, Xilitla era conocido por los huastecos como Taziol, pero cambió su nombre por éste de origen náhuatl, cuyo significado tiene dos interpretaciones: "entre los caracolillos" o simplemente "lugar de chile".
Además de sus parajes naturales, esta comunidad sobresale por su exquisita gastronomía, su milenaria medicina tradicional y por las ricas artesanías elaboradas por las manos de sus pobladores.
En Xilitla se encuentra la construcción colonial más antigua del estado: el Ex Convento de San Agustín, levantado en 1557. Este edificio monacal y marcial estaba dotado de una gran fortaleza para contener a los chichimecas; Aunque resistió varias guerras, su portada frontal fue prácticamente destruida por lo que, irónicamente, la parte trasera ahora es la entrada.
El ex convento fue abandonado por los agustinos y descubierto tiempo después entre malezas y animales. Desde su campanario se obtiene una de las mejores vistas del pueblo y en días despejados es posible observar el emblemático Cerro de la Silleta.
Por su parte, el Museo de Edward James alberga muchos artículos personales y fotografías del creador del jardín surrealista de Las Pozas. Se encuentra junto a la antigua casa de Plutarco Gastelum, que ahora es la Posada El Castillo.
Como se mencionaba, la fama actual de Xilitla se debe en gran parte a Las Pozas. Entre una vegetación abundante surge esta serie de construcciones oníricas, donde el millonario inglés Edward James lo utilizó como lugar de descanso; en él, ordenó la instalación de soberbias esculturas surrealistas, que se conectan por laberintos y caminos caprichosos.
Entre estas piezas sobresalen: "La escalera al cielo" y "El camino de las 7 serpientes", donde cada obra representa un pecado capital. Todas estas figuras tuvieron que ser vaciadas primero en madera para formarse como si fueran un
Parte del encanto de este lugar es que parece que las esculturas están incompletas y que desafían al tiempo y al espacio. Dentro del mismo jardín hay una serie de cascadas, donde la del General es la más bella e impresionante.
La pretensión de Las Pozas, construidas en 1949, fue darle vida a una ciudad perdida y laberíntica en medio de la selva, y esa misma sensación es la que logra: columnas invertidas, ventanas góticas, jacuzzis con forma de ojos y flores de piedras cubiertas de musgo son algunas de las esculturas que retan al sentido común y a la ley de la gravedad.
El jardín abarca 30 hectáreas que incluyen piezas de distintos estilos y caminos y escaleras que dirigen a ninguna parte. También cuenta con una estructura llamada "El Castillo" a la que Edwards llamó "arquitectura integrada a la naturaleza", que actualmente funciona como posada.
Muy cerca de Las Pozas se encuentra el temazcal Los Comales donde, además de vivir una relajante experiencia, podrás observar la impresionante cascada que constituye uno de los secretos mejor guardados de Xilitla.
Este pueblo tiene zonas naturales muy importantes como el cañón de Hoya de las Huahuas, un Área Natural Protegida de 478 metros de profundidad que es habitado por loros y una diversidad de animales silvestres.
Para los amantes de los deportes extremos y de la naturaleza, Xilitla posee varias opciones. Poco antes de llegar al poblado, te recomendamos visitar la Cueva del Salitre, donde podrás practicar escalada en una enorme cavidad. Para los montañistas está La Silleta, un macizo montañoso que es todo un reto y para el rappel, el Sótano de Tlamaya.
Para llevarse las mejores fotografías a casa se debe visitar el Parador El Paraíso, desde donde se aprecia el profundo cañón de Tancuilín y una hermosa vista de la sierra.
En el corazón de la sierra de Tampatz se encuentra Aquismón, un poblado que esconde los lugares más asombrosos y misteriosos de la naturaleza huasteca. En él, los ríos y las montañas se unen para formar prodigiosas cascadas, cuevas y sótanos que impresionan a cualquier viajero.
Además, muy cerca de este pueblo se localiza el Sótano de las Golondrinas, considerado como una de las 13 maravillas naturales del mundo y que ofrece el escenario ideal para practicar rappel y espeleología.
Los mejores días para acudir a Xilitla tienen lugar entre el 1 y el 15 de mayo, y se celebran principalmente con torneos de peleas de gallos. Entre el 27 de agosto y el 2 de septiembre se celebra la Fiesta de San Agustín, con las danzas tradicionales conocidas como Soledad, Varitas y Rebozo.
Cada domingo, en el Jardín Miguel Hidalgo y al filo de las dos de la tarde, se lleva a cabo la Huapangueada, una pintoresca fiesta que revive el género del huapango, donde niños, mujeres y hombres participan en el tablado portando máscaras de carnaval y bailando al ritmo de los tríos.
En Xilitla el platillo típico son los zacahuiles: tamales de hasta dos metros de largo, hechos de masa, chile chino y carne de cerdo o pollo. Se cuecen por doce horas en hornos de barro y alcanzan hasta para cien comensales.
También tienes que probar el sabroso chicharrón de res, el frijol colonial, el maíz negro, el jitomate coyol, el pan de queso y los bocolitos de guisado. El café y el piloncillo de esta zona son sencillamente deliciosos.
En la comunidad de San Pedro Huitzquilico se pueden adquirir las más variadas artesanías, como joyería de semillas, figuras de barro y utensilios de madera de mora, la cual se dice es la más dura y resistente.
Para llegar a Xilitla el recorrido es un poco largo pero bien vale la pena.
Se puede viajar en avión a una de las ciudades más cercanas, Santiago de Querétaro, a través de las aerolíneas AeroMéxico y VivaAerobus, y de ahí tomar los autobuses de Primera Plus, que también salen desde la Ciudad de México. Autobuses Vencedor llegan directo al Pueblo Mágico desde Ciudad Valles, desde donde se puede conducir en automóvil 88 kilómetros por la Cerretera Federal 85 o la Estatal 120.