Chiles en nogada, tradición y sabor
Uno de los más tradicionales y suculentos platillos de la gastronomía mexicana son los famosos chiles en nogada, cuya historia y colores están íntimamente ligados a la independencia nacional.
Los chiles en nogadas son considerados un platillo de temporada, el cual se sirve específicamente durante los meses de julio, agosto y septiembre, debido a que la característica que los distingue es el empleo de la nogada, salsa que se prepara con nuez de castilla, ingrediente que se cosecha solamente en esta temporada.
Entre la leyenda y la historia, se dice que en 1821, justo después de que Agustín de Iturbide firmara los Tratados de Córdoba que concedían la independencia a México de España, el prócer decidió marchar a la Ciudad de México acompañado del ejército trigarante; mientras cruzaba por Puebla, un 28 de agosto, las personalidades más destacadas de la ciudad organizaron un gran banquete en honor al libertador mexicano, el cual tuvo la peculiaridad de incluir platillos que tuvieran por color el verde, blanco y rojo.
De entre todos los platillos, el favorito de Iturbide fueron los chiles en nogada, que a partir de aquel hecho alcanzaron gran popularidad por considerarse "el platillo de la nueva nación".
Hasta la actualidad se sigue conmemorando en Puebla el 28 de agosto, específicamente alrededor del templo de San Agustín, donde es infalible degustar los ya tradicionales chiles en nogada.
Por otro lado, en Huejotzingo, Puebla, se celebra a finales de octubre el Festival del Chile en Nogada, donde restauranteros y decenas de amas de casa participan en un concurso que busca encontrar el sabor más exquisito de este platillo. La variedad de sazones seguramente fascinarán a los buenos degustadores.En la elaboración del chile en nogada no hay una receta fija, sobretodo el relleno es muy variable, generalmente lleva carne de res y puerco mezclado con frutas, lo cual genera un exquisito sabor que combina lo salado y lo dulce.
Aunque el precio de los chiles en nogada suele ser elevado, es de esos platillos que bien valen ser experimentados una vez en la vida, así que si encuentras esta opción en el menú (y confías en la buena sazón del lugar) no dudes en pedirlo y disfrutarlo.