Ciudad Lerdo es un población del estado de Durango, que en conjunto con Gómez Palacio y Torreón forma parte de la Comarca Lagunera. Debe su nombre al ilustre liberal Miguel Lerdo de Tejada.

El clima predominante es el seco con una temperatura media anual de 21°C. La temporada de lluvias se da durante los meses de junio, julio y agosto.

El municipio cuenta con una gran diversidad de atractivos, como: Palacio Municipal, Torre de Reloj, Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús, Iglesia de San José, Quioscos de la Plaza de Armas, Parque Victoria, Monumento a la Madre, Monumento a Benito Juárez, Fuente de la Alegría, Chalets Tarín, Ríos Chabout, Hacienda e Iglesia de la Goma, Hacienda de San Fernando, Hacienda de la Loma, Iglesia de Ciudad Juárez, Monumentos a Francisco Villa y a Francisco Sarabia, Edificio Hernández Luengas, Mercado Municipal y Panteón Municipal, el Museo de la Ciudad, entre otros.

Podrá disfrutar de sus tradiciones como los de Día de Muertos, la feria del algodón y la uva que se celebra del 25 al 28 de agosto, música cardenche y de banda; los platillos tradicionales como el asado, la barbacoa, los tortillones y el menudo.

También podrá admirar hermosos atractivos naturales como el Cañon de Fernandez, la Sierra del Sarnoso; su Parque Nacional Raymundo que cuenta con asadores, chapoteadero y albercas o sus sitios arqueológicos como Las Torres de san jacinto, El Reliz del Venado en Graceros y la Cueva del Indio

Por sus condiciones naturales y arquitectónicas, el municipio cuenta con lugares de gran atractivo turístico y una capacidad instalada de 170 habitaciones, 120 de ellas de categoría cinco estrellas, 32 de dos estrellas y 18 de una.

Los aficionados al ecoturismo tienen en Durango un caudal inagotable de atractivos. Justo en ese estado cruza el Río Tunal, con sus briosas aguas recopiladas de las mesetas occidentales. Tras cruzar el Valle de Durango, este río se transforma en el Mezquital, justo en lo más profundo de la Sierra Madre.

Finalmente, ahora ya como el Río San Pedro, desemboca en Nayarit. Muchos pueblos y presas se abastecen de las aguas de esta corriente y los turistas y viajeros tienen, por ello, la ocasión de disfrutar de paisajes magníficos y actividades recreativas en las presas duranguenses.

Ejemplo de lo anterior es la Presa Santiago Bayacora. Se trata de una presa hermosa rebosante de peces, que se localiza en medio de montañas y que se apoya, para contener su volumen de agua, de los cerros colindantes y una colosal cortina de 770 metros.

También esta presa es perfecta para disfrutar diferentes diversiones acuáticas, entre las que destacan la navegación en Kayak y la pesca. En este último aspecto, vale la pena ponderar la abundancia de mojarras, magres y lobinas que habitan allí.

Por ello, la Presa Santiago Bayacora es el escenario frecuente de importantes torneos de pesca deportiva. Las inmediaciones del lugar son recomendables, además, para la práctica del triatlón, el ciclismo y el excursionismo.

Durango cuenta con una fauna interesante, quizá con suerte y con las debidas precauciones te encuentres un puma o león de montaña, ahora que puedes buscar la opción de ver los animales que tiene en cautiverio para integrarlos de nuevo al hábitat duranguense, por ejemplo: tienen documentado 30 animales de  oso gris, el cual está casi extinto en éste lugar, también se esta tratando de rescatar al lobo gris pues se extinguió desde finales del siglo pasado y ahora se esta reintentando de que regrese a su hábitat.

En Durango también se encuentra una zona poblada por indígenas que todavía conservan sus usos y costumbres, tales como los tepehuanos, coras, mexicaneros, huicholes y algunos tarahumaras, si bien viven en lo que podría denominarse “reservas” se puede hacer un recorrido a sus comunidades, algunos tienen proyectos donde venden artesanías a través del sistema de comercio justo.

Por otra parte, además de Ciudad Lerdo, en el marco de un paseo por Durango les aconsejamos conocer Cañón de Fernández, ya puede ser una experiencia verdaderamente única. Y es que, además de ponernos en contacto con un sugestivo ambiente natural, nos ofrece la oportunidad de internarnos en sus parajes, practicando el ciclismo de montaña, la observación de los ecosistemas del lugar, o bien, ejercitándose en el kayak y el alpinismo.

A lo largo de esta ruta, no es raro hallar aguilillas pescadoras, o aguilillas de cola roja, así como también garzas blancas o grises.

La verdad es que, si se desea conocer superficialmente el Cañón de Fernández, lo más recomendable es viajar allí por carretera a bordo de un coche, pero si se busca tener una intensa vivencia de este destino turístico duranguense lo más adecuado es aventurarse por los caminos de terracería que se encuentran en la sierra montando una bicicleta de montaña o bien, caminar a lo largo de la ribera del Río Nazas.

La ciudad de Durango también es otro sitio para visitar, de corte Colonial es pequeña y cuenta con parques y pequeños museos o su arquitectura es hermosa, son ideales para una tarde de caminata y después de eso ir a disfrutar un café o te.

En Gómez Palacio, es un municipio donde puedes adquirir cosas hechas de mezclilla de muy buena calidad, es una ciudad industrial y de maquilas, no es muy extraordinaria pero si puedes vivir una aventura viendo los parajes de tipo fronterizo.

Lerdo es una localidad pequeña, lo recomendable es ir por una nieve y caminar por sus calles de tipo colonial y sus parques, además queda cerca la localidad de Mapimí donde se encuentra una vieja mina y su “puente de hojuela”, si te gusta caminar o quieres experimentar una aventura en el desierto, ésta puede ser una excelente opción.

Finalmente debemos comentar que Ciudad Lerdo es una urbe cuyos orígenes se remontan a los tiempos coloniales. En la actualidad está integrada a la comarca lagunera así como también Torreón y Gómez Palacio. De entre sus principales atractivos destaca su hermosa plaza virreinal, complementada por un ameno paseo peatonal. Imposible no destacar su Palacio Municipal, construcción de estilo neoclásico y la admirable Parroquia del Sagrado Corazón de Jesús, con su inconfundible estilo neogótico.