Hidalgo es un territorio lleno de colores y texturas, un lugar de rica biodiversidad que define parajes espectaculares y cautivadores.

Hidalgo en buena medida nos ofrece una síntesis de lo que hace a México tan multifacético y abundante en contrastes, con profundas tradiciones culturales para disfrutar en diferentes viajes de fin de semana.

Hidalgo es un estado de la República que debe ser explorado despacio y pacientemente, para gozar de los muchos valores que tiene.

En el mapa del territorio nacional, Hidalgo aparece casi en el centro geográfico. Fue declarada como entidad federativa en 1869 por Benito Juárez. Pachuca la ciudad capital hidalguense se encuentra a solo 45 minutos de la Ciudad de México.

Pero el territorio de Hidalgo también se caracteriza por su heterogéneo territorio, con altas montañas rebosantes de bosques de coníferas, principalmente de oyameles y de pinos.

En lo que se refiere al altiplano, este nos presenta una alfombra que varía sus tonalidades conforme avanza el año y va madurando la siembra de cebada. No hay que dejar de lado que Hidalgo, para conocer el fin de semana, también tiene un desierto fascinante y en la región Huasteca, cuenta con un ambiente tropical generoso en ríos, presas, lagunas, lagos y cascadas.

En lo referente al patrimonio cultural que enriquece a Hidalgo, se trata de tesoros que ilustran todas las épocas de la historia mexicana, como por ejemplo la gran ciudad prehispánica de Tula, antigua capital de los toltecas; los 21 conventos del siglo XVI, que evocan las arduas jornadas de evangelización que se presentaron en la zona; o bien, las muchas haciendas que pueden hallarse en Hidalgo, en paseos de fin de semana, con el estilo inconfundible de la charrería y el entorno campirano de la provincia mexicana.

Sin embargo, lo más valioso de Hidalgo, desde un enfoque turístico, es el formidable pueblo con el que cuenta.

La esencia de los hidalguenses se caracteriza por tener una mezcla interesante de diferentes culturas, del aporte y la riqueza de vida de personas llenas de sensibilidad que han legado a Hidalgo un patrimonio artístico y folclórico único en todo México.

De igual manera Hidalgo es aconsejable para un fin de semana de turismo puro y disfrutable, por la gran infraestructura turística que posee, con servicios modernos y eficientes que ofrecen a los visitantes todo lo necesario para su diversión y su total seguridad.