El Programa de los 177 Pueblos Mágicos de Mexico, desarrollado por la Secretaría de Turismo en colaboración con diversas instancias gubernamentales y gobiernos estatales y municipales, contribuye a revalorar a un conjunto de poblaciones del país que siempre han estado en el imaginario colectivo de la nación en su conjunto y que representan alternativas frescas y diferentes para los visitantes nacionales y extranjeros. Más que un rescate, es un reconocimiento a quienes habitan esos hermosos lugares de la geografía mexicana y han sabido guardar para todos, la riqueza cultural e histórica que encierran.

Ruta Olmeca

Nota sobre Ruta Olmeca

La Ruta Olmeca es un fascinante recorrido turístico que invita a los visitantes a descubrir la riqueza histórica, cultural y natural del sureste de México. Abarcando desde el sur del estado de Veracruz hasta el oeste de Tabasco, este itinerario ofrece una experiencia única que combina exuberantes paisajes silvestres, playas de gran belleza y zonas arqueológicas pertenecientes a la primera gran civilización mesoamericana: los olmecas. A continuación, se detalla un viaje por los principales destinos de esta ruta, destacando lo más relevante de cada uno de estos puntos.

La Ruta Olmeca no solo permite explorar paisajes naturales y conocer la riqueza arqueológica de la región, sino también adentrarse en las tradiciones y la cultura de un México que ha sabido conservar y celebrar su legado. Desde el bullicioso puerto de Veracruz hasta la enigmática La Venta, este recorrido es una invitación a descubrir los orígenes de la civilización mesoamericana en un viaje cargado de historia, misterio y belleza natural.

Veracruz: Un Encuentro con la Historia y la Tradición

El recorrido de la Ruta Olmeca comienza en el puerto de Veracruz, una ciudad cargada de historia y tradiciones que aún conserva su arquitectura colonial y su vibrante ambiente costeño. Caminar por el Malecón es una de las experiencias más agradables para los turistas, quienes pueden deleitarse con una taza de café en el emblemático Gran Café de la Parroquia o saborear las refrescantes Nieves del Güero, ambos sitios tradicionales de la ciudad.

Además, Veracruz cuenta con el segundo carnaval más importante de México, celebrado cada año a principios de marzo. Durante estos días, la ciudad se llena de color, música y alegría, con desfiles de carros alegóricos y eventos festivos que atraen tanto a locales como a visitantes de todo el país.

Otro atractivo notable es el Acuario de Veracruz, uno de los más grandes de América Latina, que alberga una vasta variedad de especies marinas y ofrece la oportunidad de conocer de cerca la riqueza natural de los océanos que bañan las costas mexicanas. Sin duda, este puerto es una excelente antesala para adentrarse en la Ruta Olmeca.

Tlacotalpan: Patrimonio Cultural de la Humanidad

Continuando hacia el sur por la carretera 180, se llega a Tlacotalpan, un pintoresco pueblo reconocido por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad. Con su arquitectura colonial y sus coloridas casas a orillas del río Papaloapan, Tlacotalpan ofrece un entorno sereno y encantador. Este lugar es famoso por ser la cuna del célebre compositor Agustín Lara, y en su honor se ha creado el Museo Casa Lara, donde se exhiben fotografías, pertenencias y recuerdos del "Flaco de Oro".

Santiago Tuxtla y San Andrés Tuxtla: Naturaleza y Cultura

Más al sur, la ruta lleva a Santiago Tuxtla, una localidad protegida por la UNESCO debido a su riqueza natural y cultural. Aquí se encuentra el Museo Tuxteco, que resguarda una importante colección de piezas arqueológicas olmecas y da testimonio de la presencia de esta antigua civilización en la región.

Unos 15 kilómetros más adelante, se llega a San Andrés Tuxtla, famoso por la elaboración artesanal de puros y cigarros. Sin embargo, su mayor atractivo es el Salto de Eyipantla, una imponente cascada rodeada de manglares que se presenta como un verdadero espectáculo natural. En esta zona, los visitantes pueden detenerse a disfrutar de las vistas panorámicas desde los miradores o degustar la exquisita gastronomía local en los restaurantes cercanos, donde destaca el pescado zarandeado.

Catemaco: Misticismo y Biodiversidad

Siguiendo la Ruta Olmeca, se llega a Catemaco, una comunidad envuelta en misticismo y tradición. Conocida por sus numerosos brujos y curanderos, Catemaco se ha ganado la reputación de ser el centro de la magia y las limpias en México. Durante la primera semana de marzo, se celebra el Festival de Brujos, que atrae a curiosos y creyentes de todas partes.

Pero Catemaco también es famoso por su entorno natural. La Laguna de Catemaco y la Isla de los Monos son lugares imperdibles para los amantes de la biodiversidad. En la isla, los turistas pueden observar a los simpáticos monos que habitan en libertad y disfrutar de la exuberante vegetación que caracteriza la región.

Acayucan y San Lorenzo Tenochtitlan: Tesoros Olmecas

La siguiente etapa de la ruta lleva a Acayucan, un sitio que conserva vestigios de la antigua cultura olmeca. A tan solo 34 kilómetros de aquí, se encuentra San Lorenzo Tenochtitlan, uno de los centros ceremoniales más importantes de esta civilización prehispánica. En este lugar, se han hallado numerosas cabezas colosales esculpidas en piedra, representativas del arte y la cosmovisión olmeca.

Minatitlán y Coatzacoalcos: Naturaleza y Deporte

Los últimos puntos de interés de la Ruta Olmeca en Veracruz son Minatitlán y Coatzacoalcos, dos ciudades rodeadas de paisajes exóticos y llenas de atractivos naturales. En Minatitlán, la Laguna de los Manatíes es un refugio de fauna silvestre y un lugar de descanso para miles de aves migratorias.

En Coatzacoalcos, por otro lado, el río que atraviesa la ciudad se convierte en un escenario ideal para la práctica de deportes acuáticos y competencias deportivas. La vegetación que rodea la urbe también invita a la exploración y la aventura.

La Venta: El Legado Olmeca en Tabasco

El recorrido culmina en el estado de Tabasco, en la zona arqueológica de La Venta, un sitio de gran relevancia histórica. Aquí se encuentran la pirámide más antigua de Mesoamérica y varias cabezas colosales que revelan la maestría escultórica de los olmecas. Además, el Parque Museo La Venta en Villahermosa permite apreciar piezas arqueológicas en un entorno selvático, lo que enriquece la experiencia de los visitantes.