Los pueblos de Tabasco poseen valiosas tradiciones culinarias, algunas de ellas de las más raras y sugestivas de todo el territorio nacional.

En otros tiempos los tabasqueños se alimentaban de los recursos que los ambientes silvestres del lugar les proporcionaban.

Esta situación se presentaba mucho antes de que en el lugar floreciera la ganadería, y esto es algo que se hace patente por la escasa cantidad de platillos preparados con carne de res que incluye la gastronomía tabasqueña.

En contraste, la gastronomía de los pueblos de Tabasco se distingue por su abundante utilización del maíz, en distintos guisos, así como plantas, peces, mariscos y animales de la selva.

En cierto sentido, la comida de los pueblos de Tabasco es un reflejo directo del agua y el terreno local, que ha dado frutos tan famosos como el chocolate, producto que en los pueblos tabasqueños sigue siendo elaborado de acuerdo a antiguas usanzas de los mayas chontales, en el Tabasco prehispánico.

Pero así también, la gastronomía de Tabasco deriva de la combinación de costumbres españolas, traídas a México por los conquistadores, quienes las adaptaron al nuevo entorno, con novedosos ingredientes y formas de preparación.

Para comprender cómo es que la gastronomía de los pueblos de Tabasco ha llegado a ser lo que es hoy en día, hay que notar que la naturaleza de este estado incluye abundantes frutos y hierbas, que le ofrecen un sazón inconfundible a su gastronomía.

La cocina de los pueblos tabasqueños es variada y exótica, e incluye platillos de raíces prehispánicas como el pejelagarto asado, los tamales de chipilín, la tortuga en salsa verde, el robalo a la tabasqueña, la barbacoa de pescado y otros con una acentuada influencia de la cocina española, como el puchero tabasqueño o la carne salada.