Por qué usar cubrebocas al viajar a lugares turísticos como parte de la “nueva normalidad
Existen varios informes que prevén unos crecimientos exponenciales de la producción y venta de cubrebocas, o mascarillas, en todo el mundo hasta dentro de dos años, incluso hasta el año 2026 según otros estudios. Tales expectativas abren un nuevo nicho de negocio, hasta el punto de que se está diversificando y perfeccionando la oferta de estos complementos, hasta hace muy poco casi exclusivos para el sector sanitario y ciertos sectores industriales, por cuestiones de prevención y seguridad laboral en el trabajo.
Por qué usar cubrebocas al viajar a lugares turísticos como parte de la “nueva normalidad" lo explica el sentido común. Incluso cuando haya una vacuna demostrablemente efectiva contra el COVID-19, la “nueva normalidad” hacia la que tiene la Humanidad no puede descartar ya la llegada de nuevas pandemias. Lo inteligente es, por lo tanto, estar prevenidos y preparados contra ellas. En esta página encuentras toda la información sobre cubrebocas y cuál es el más adecuado para ti: https://cubrebocasguia.com.mx.
El mercado de cubrebocas, o mascarillas, ha crecido y se ha agitado hasta extremos hace poco insospechables. Por ejemplo, en el mundo del lujo. Un joyero argentino – israelí, Isaac Levy, nacido en Buenos Aires, ha diseñado lo que parece ser el cubrebocas más caro del planeta, hecho con oro y diamantes y capaz de proteger al individuo con la mejor filtración. La mascarilla en cuestión está valorada en más de un millón y medio de dólares, o un millón trescientos mil euros al cambio, aproximadamente.
Pero no hay que llegar a esto, ni mucho menos. Si estas interesado en adquirir un cubrebocas Compra Aqui. Lo que necesitas saber antes de comprar un cubrebocas, o mascarilla de protección contra infecciones víricas por inhalación, como es el caso del coronavirus, se resume en la página web de cubrebocasguia.com.mx.
¿Qué es y cómo funciona un cubrebocas?
El cubrebocas, también llamado tapabocas o mascarilla, es un accesorio de protección en nariz y boca que evita el contagio de enfermedades por salpicadura de fluidos corporales de otras personas, como la saliva o incluso el aliento. Previene con el “método de barrera” frente a la exposición a un virus, una bacteria o cualquier tipo de infección debida a un ambiente contaminado por agentes patógenos.
Éste sería el caso, por ejemplo, de los virus que, como el COVID-19, pueden estar en el aire a consecuencia de que una persona enferma haya tosido o estornudado.
¿Es eficaz el cubrebocas?
Sin lugar a ninguna duda, la respuesta es sí. Está comprobado que el uso de mascarillas reduce el riesgo de contagio a un siete por ciento.
Para llegar a esta conclusión, la Universidad MCMaster de Canadá utilizó ciento setenta estudios e investigaciones que se habían realizado en dieciséis países diferentes de todo el mundo. Además, estos estudios pusieron de manifiesto que no utilizar cubrebocas aumenta hasta un diecisiete por ciento las posibilidades de contraer el virus.
¿Para quiénes está especialmente recomendado el uso del cubrebocas?
El uso de mascarillas frente a la pandemia del coronavirus y de cualquier otra enfermedad infecciosa está indicado para toda la población. Público en general donde haya una concentración masiva de personas, como los centros comerciales y supermercados, los medios de transporte público, los cines, teatros y espectáculos como conciertos, festivales o festejos nacionales y locales.
El uso del cubrebocas está muy recomendado para aquellas personas que tengan síntomas de una enfermedad respiratoria; para las personas que sean vulnerables, tales como los mayores a partir de ciertas edades, o para las personas que sufran enfermedades graves o crónicas, como el cáncer, las enfermedades coronarias, las respiratorias, los mayores de setenta años, las mujeres embarazadas o las personas con enfermedades que comprometan el sistema inmunológico.
En numerosos países, el uso de cubrebocas es obligatorio.
¿Cómo se usa el cubrebocas?
La eficacia de los cubrebocas depende de múltiples factores, como por ejemplo el tipo de material que se usa para su elaboración o las situaciones en las que se están utilizando. Es importante ser especialmente cuidadosos en lo que respecta a la manera en la que los utilizamos, pues si no lo hacemos correctamente nos exponemos a no poder evitar los contagios.
Si una persona tiene gripe, no puede utilizar la mascarilla por más de veinticuatro horas, para evitar la suciedad y la humedad. Si el tapabocas se ha humedecido por ésta u otra razón, debe de ser cambiado de inmediato. Existen mascarillas desechables que son de un único uso.
Es importante lavarse bien las manos antes de manipular el tapabocas; ponerse dicho cubrebocas cuidadosamente, con las tiras elásticas de sujeción por detrás de las orejas.
Las mascarillas deben cubrir tanto la boca como la nariz, lo que significa que debe de abarcar desde la barbilla hasta el tabique nasal. Hay personas a las que molestan las mascarillas cuando llevan gafas, porque se empañan con la respiración. Pero este problema se subsana colocando las gafas por encima de la mascarilla.
Si el tapabocas tiene tiras, se debe amarrar correctamente y con precisión para que no existan espacios entre la cara y el cubrebocas. Es muy importante no tocar la mascarilla con las manos cuando se utiliza.
Antes de quitarse el cubrebocas hay que lavarse las manos, pues lo más seguro es que habremos tocado algo que sea susceptible de haber sido contaminado, como el pomo de una puerta o el botón de un ascensor cuando entramos en un edificio.
Tipos de cubrebocas
Los tipos de cubrebocas que puedes encontrar son mascarillas protectoras autofiltrantes, que cuentan con una gran capacidad de filtrado. Están diseñados para evitar pequeñas partículas y una de sus mayores ventajas consiste en que se ajustan perfectamente a la cara y no dejan espacios libres. Tienen una mayor capacidad de filtrado y existen diferentes modelos, que responden a las normativas estadounidenses y europeas.
Respiradores N. Se han fabricado siguiendo las indicaciones de las normas estadounidenses. De este tipo existen tres, según la capacidad de filtrado: N100 con capacidad de filtrar el 99.97% de las partículas; N99 con filtrado de 99% y N95 con filtrado de 95%.
Mascaras FFP. Fabricada bajo norma europea, tienen diferentes capacidades de filtrado de aire. FFP3 con filtrado de partículas y gérmenes del 98% del aire; FFP2 con filtrado del 95% y FFP1 con el 78% del filtrado.
Mascarillas médicas. Se clasifican en tres tipos: dentales, quirúrgicas para cirugías y de aislamiento.
Mascarillas de Tela. Pueden ser de elaboradas en casa, razón por la cual son más accesibles; pueden ser lavadas y reutilizadas.
Cubrebocas Eco95. Se trata de una mascarilla lavable y reutilizable. Es transpirable y antigotas, a prueba de viento y compatible con filtro P.M 2.5, de carbón. Perfectamente ajustada a la cara, cuenta con bandas elásticas y clip nasal.
Eco95 se perfila como una de las mejores soluciones en mascarillas. Son lavables, reutilizables y con filtro de carbono, con gran eficiencia de filtrado y cinco capas protectoras.