De vez en cuando uno se ve en la necesidad de estar solo, de pasar el día en la ciudad sin compañía alguna.

Es entonces cuando cobra un poderoso sentido la experiencia de viajar solo. Es el momento en que uno se hace ciertas preguntas, cuando se perciben particulares temores, cuando se toma conciencia de situaciones derivadas de viajar sin compañía.

Uno de los principales motivos para tener el deseo de viajar solo, es no encontrar compañía.

Puede que nadie quiera viajar al destino al que uno pretende ir, puede ser también, porque esas personas no tienen el tiempo o el dinero suficiente.

Pero también puede ser la falta de ganas, lo que hace que nadie quiera acompañarnos a cierto destino.

En estos tiempos, prácticamente nada nos impide de visitar casi todos los países del mundo. Es suficiente con ahorrar y reservar vuelos y alojamiento con la debida antelación. En última instancia no debemos contenernos de viajar, solo porque nadie quiere ir con nosotros. Basta con tomarle gusto a viajar sin compañía.

Otras de las cuestiones que se hacen al viajar sin acompañantes, es acerca de las posibilidades de sufrir algún percance, por ejemplo, sufrir un robo o una enfermedad y no contar con el apoyo indispensable; también, lo que pensarán los demás acerca de que nosotros viajamos solos o bien, si nos aburriremos de viajar sin nadie con quien comentar y compartir nuestras experiencias.

Como quiera que sea, no te detengas por ello: puedes usar las redes sociales para estar en contacto con tus parientes y amigos en el marco de tus viajes o también, puedes llevar un buen libro contigo, que te acompañe y entretenga en los momentos más pesados de la travesía.