El Programa de los 177 Pueblos Mágicos de Mexico, desarrollado por la Secretaría de Turismo en colaboración con diversas instancias gubernamentales y gobiernos estatales y municipales, contribuye a revalorar a un conjunto de poblaciones del país que siempre han estado en el imaginario colectivo de la nación en su conjunto y que representan alternativas frescas y diferentes para los visitantes nacionales y extranjeros. Más que un rescate, es un reconocimiento a quienes habitan esos hermosos lugares de la geografía mexicana y han sabido guardar para todos, la riqueza cultural e histórica que encierran.

Ruta de Sor Juana por el Estado de México

Nota sobre Ruta de Sor Juana por el Estado de México

Al oriente del Estado de México, en una región marcada por la imponente presencia de los volcanes Iztaccíhuatl y Popocatépetl, se encuentra un rincón que combina historia, naturaleza y cultura: la Ruta de Sor Juana. Esta zona, además de ofrecer paisajes de ensueño y rincones naturales de gran belleza, es el lugar donde la más grande poetisa hispanoamericana, Sor Juana Inés de la Cruz, dio sus primeros pasos y comenzó a forjar su legado literario. Viajar por esta ruta es adentrarse en la cuna de la Décima Musa y descubrir cómo su entorno influyó en su obra y pensamiento.

Recorrer la Ruta de Sor Juana es adentrarse en una región donde la historia, la cultura y la naturaleza se entrelazan para ofrecer una experiencia única. Desde los paisajes de nieve y fuego de los volcanes hasta los rastros de la infancia de la Décima Musa, esta ruta es una invitación a descubrir una de las zonas más bellas del altiplano central.

Tras las huellas de la Décima Musa

El sureste del Estado de México fue testigo del nacimiento y la infancia de Sor Juana Inés de la Cruz. Aunque han pasado más de tres siglos desde su época, los lugares donde habitó y los paisajes que la rodearon conservan gran parte de su esencia. La Ruta de Sor Juana no solo invita a conocer estos lugares, sino también a explorar el magnífico arte virreinal de la región, que posiblemente influyó en su educación e inspiración.

Un punto destacado de este recorrido es el Museo Casa de Madera, un referente del arte aplicado en el país. Además, la ruta incluye sitios como el pueblo maderero de San Rafael, conocido por su pintoresca arquitectura y sus talleres artísticos en Tenango del Aire, donde se respira la creatividad de la región. No se puede dejar de mencionar Ayapango, un lugar cargado de historia, ya que fue un importante escenario durante la Revolución Mexicana.

Naturaleza y aventura en el Parque Nacional Izta-Popo

La Ruta de Sor Juana no es solo un viaje histórico y cultural, sino también una experiencia natural y de aventura. La zona se encuentra enmarcada por los majestuosos volcanes Iztaccíhuatl y Popocatépetl, la tercera y segunda cumbre más altas de México, respectivamente. Estos gigantes de roca y nieve ofrecen paisajes verdes que se extienden por llanos, bosques y tundras, creando escenarios idóneos para el ecoturismo.

El Parque Nacional Izta-Popo, un área protegida que abarca gran parte de la región, ofrece múltiples actividades para los amantes de la naturaleza. Desde senderos para caminatas y campismo, hasta paredes para la práctica de rappel y zonas de observación de fauna. Los pinares y encinares invitan a recorrerlos y a disfrutar de las cascadas y arroyos cristalinos que adornan el paisaje. Todo esto mientras el volcán Popocatépetl, aún activo, vigila en la distancia.

Además de la riqueza natural, la región cuenta con parques ecoturísticos que ofrecen espacios arbolados, viveros, pequeños zoológicos y áreas de interacción con animales. Estos parques son una excelente opción para quienes buscan conectarse con la naturaleza en un entorno seguro y bien cuidado.

Cultura y tradiciones ancestrales

Más allá de su riqueza natural e histórica, la Ruta de Sor Juana también es un viaje por las tradiciones culturales y gastronómicas de la región. Los pueblos que conforman este recorrido, como Amecameca, Tlalmanalco y Ozumba, han preservado sus costumbres ancestrales y sus celebraciones religiosas y profanas, que se reflejan en sus festividades y en la calidez de su gente.

La gastronomía local es un deleite para el paladar. Platos tradicionales como los mixiotes, la codorniz, el conejo y los antojitos típicos son solo algunas de las delicias que se pueden degustar. El pulque, una bebida prehispánica que aún se produce artesanalmente en la zona, es el acompañamiento perfecto para esta experiencia culinaria. La hospitalidad de los pobladores y la autenticidad de sus sabores hacen de la Ruta de Sor Juana un destino ideal para quienes buscan sumergirse en la cultura mexiquense.

Cómo llegar y disfrutar de la Ruta de Sor Juana

La Ruta de Sor Juana es un recorrido accesible tanto para quienes viajan en automóvil como para quienes prefieren el transporte público. Desde la Ciudad de México, se puede llegar en auto en aproximadamente una hora a Amecameca u Ozumba, disfrutando de impresionantes vistas de los volcanes durante el trayecto. Para quienes no cuentan con vehículo, las rutas de colectivos desde la estación Candelaria (Línea 1 del metro) o los autobuses de la línea "Los Volcanes" desde la Central de Autobuses de Oriente (TAPO) son opciones convenientes y económicas.

Una de las ventajas de este recorrido es la proximidad entre los diferentes puntos de interés. Esto permite organizar un fin de semana o unas vacaciones completas combinando destinos como Amecameca, Tlalmanalco y el Parque Nacional Izta-Popo. La región es acogedora y, si se toman las precauciones necesarias, resulta un lugar seguro para explorar en grupo o con guías locales.

Opciones de hospedaje y recomendaciones

La Ruta de Sor Juana ofrece diversas opciones de hospedaje, desde hoteles tradicionales hasta cabañas en los parques ecoturísticos. En lugares como Tlalmanalco, Amecameca y Paso de Cortés, se pueden encontrar cabañas bien equipadas, limpias y acogedoras, donde los visitantes pueden disfrutar de una noche al calor de la chimenea y rodeados de la tranquilidad del bosque.

Los precios en la región son accesibles, tanto para la comida como para el alojamiento. Las cabañas suelen estar diseñadas para grupos de hasta diez personas, lo que las convierte en una excelente opción para familias o amigos que deseen disfrutar de una escapada en la naturaleza. El acceso a los parques ecoturísticos y al Parque Nacional Izta-Popo Zoquiapan tiene un costo simbólico, lo que facilita aún más la exploración de estos maravillosos paisajes.